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¿Qué es la vida? ¿Qué es la muerte? Estas sencillas preguntas flotaban en mi mente. Junto a ellas pasaban las palabras corte, corte, paso, corte, disparo, paso, disparo, corte, paso, etc.

¿Cuánto tiempo había pasado? Ni idea, sólo sabía que a cada una de mis acciones algo pasó, pero una bruma negra y rojiza no me dejaba ver. Al final ya no pude seguir repitiendo más mis acciones, había matado a todos, a todos y cada uno de los que estaban, sólo había una delicada figura femenina cubierta con una armadura que miraba inexpresiva le cuerpo de un pequeño manchado en sangre; ahora lo recuerdo, esa es mi esposa, y el que tiene en brazos es mi hijo muerto, ¿muerto? Si, por eso comencé a atacar, esos tipos lo hirieron de muerte aun cuando yo y mi esposa tratamos con cada fibra de nuestros cuerpos protegerlo, al caer mi hijo no me importó más que asesinarlos.

Junto al inmóvil cuerpo de mi esposa y al inerte cuerpo de mi hijo me arrodillé y lloré, creo que eso sacó de transe a mi esposa, ya que ella igual comenzó a llorar, un llanto que no tenías sentimientos sólo eran lágrimas, no podíamos poner en sentimientos el profundo dolor que sentíamos, perdimos todo, a nuestro hijo, a nuestra vida, nuestra unión.

Poco después nos sacaron y nos premiaron, al parecer esos tipos que mataron a nuestro hijo eran la clave para ganar esa absurda guerra donde nos inmiscuyeron; sólo nos arrancamos las medallas y las arrojamos al piso mientras nos retirábamos, jamás volveríamos a blandir un arma por ellos, no importa que fuéramos la única esperanza de ganar, no importaba que si perdiéramos moriríamos todo, para nosotros la vida ya había terminado.

¿Qué pasó luego? Algo que era lógico, al menos en nuestra cabeza, luego de darle sepultura a nuestro niño nos despedimos, jamás dejaríamos que algo así ocurriese, jamás se debería repetir, y sólo yéndonos lejos uno del otro lograríamos ese cometido, sé que es inmaduro, pero es imposible pensar racionalmente justo después de haber perdido todo.

Ya hace varios años de eso, varios años en los que he tenido más de una pretendiente, pero jamás todas han sido rápidamente despachadas, yo sólo amo y amaré a una mujer, y esa es con la que alguna vez tuve un hijo, ahora ella está lejos, espero yo que ella pudiese continuar, cumplir ese sueño que alguna vez tejimos mientras nos abrazábamos en un apacible jardín en medio de la noche fría, tener una familia feliz y poder ver a nuestros hijos crecer.

Fue hace poco que nos encontramos nuevamente cara a cara, siempre procurábamos ir lejos, donde jamás nos podríamos cruzar, pero parece que es completamente imposible lograrlo, al final el mundo es finito, en ese momento recordé todo lo feliz que había sido, todos esos momentos que compartimos, nuestro primer beso, nuestra primera vez, el casarnos, enterarnos que seríamos padres, el nacimiento de nuestro hijo, verlo crecer, el reclutamiento forzado, y la muerte de mi hijo; sé que ella pensó en lo mismo, ya que su semblante pasó por las mismas etapas que el mío, al final nos miramos por varios segundos antes de hacer nada, esta vez el dolor era menos, así que tomé su mano, la tomé con suficiente fuerza para hacerle daño, pero ella en vez de quejarse me miró, me miró como aquella vez que me pidió salir a tomar un café hablar de los últimos resultados del trabajo.

Sólo pude reír con una pequeña sonrisa, mientras ella me abrazaba. Creo que por fin las cosas podrán ser diferentes, tal vez el mundo se irá al infierno, tal vez regresemos para sacarlo de ese agujero, tal vez mejor huyamos lejos para estar juntos todo el tiempo que podamos.

Pero sólo puedo decir algo, no nos separaremos nuevamente, y construiremos nuevamente esa familia feliz, no solo por nosotros, por nuestro hijo, le daremos ese hermano o hermana que tanto quería, hijo mío, espero nos perdones por dejarte ver cómo se rompía tu familia, pero a partir de ahora no se volverá a separar.

Lalo

(Lalo: creo que tengo que poner aquí algo, este es uno que escribí con dos cosas en la cabeza, acababa de leer algo similar en Domestic na Kanojo, y además mis padres sufrieron la muerte de dos hijos, mis hermanos mayores al nacer, así que al escribir esto pensé mucho en ellos, puede que por eso sea un poco más sentimental, ya que aunque nunca llegué a conocerlos siento un enorme cariño hacia ellos. Y nuevamente, no tiene continuación, no sé por qué pero me gusta dejar mis historias concluidas pero dejando espacio para algo más.

Saludos.)