(Lalo: este es un experimento de narración, chances sea desagradable, pero bueno, si tienen algún comentario más que la falta de nombres será muy bien recibido)
Hoy es el día 700 de nuestro viaje, al fin llegamos al sistema solar de nuestro destino. Fue un viaje bastante tranquilo, pero muy divertido, ¿por qué? Por lo mismo que está a mi lado, mi novia y la jefa de toda la colonia. Cierto, no he explicado quien soy, yo soy el jefe de diseño de la colonia, de hecho, es por mí que esto surgió, pero, por qué no regresamos a ese tiempo, donde yo apenas era un pequeño científico solitario.
Acababa de graduarme de mi doctorado, mi tesis fue de cómo viajar a altas velocidades por el espacio, mi sueño de los agujeros de gusano aún estaba lejos, demasiado lejos, así que simplemente trabajé en eso, logrando bastantes buenos resultados, incluso hice un dron con esa tecnología, ya que no usa tanta energía que puedo usarlo para vigilancia.
Como sea, estaba en proceso de buscar trabajo, cuando un viejo profesor mío me llamó y me contó de una locura, algo que en él no es raro, ya que está más loco que yo mismo, pero había algo curioso en su voz, no tenía nada de su característico tono un poco burlón, así que decidí ir a ver qué decía.
Al llegar me encontré con mi profe y 4 personas más, uno era un hombre de unos 50 años, 2 eran hombres de alrededor de mi edad que se veían como aventureros de un isekai corriente, y la última era una mujer, bastante linda, con una expresión bastante severa que revelaba una inteligencia y dedicación enorme, igualmente parecía de mi edad.
El mayor me explicó todo con detalle su plan, querían colonizar un mundo nuevo, uno que había sido hace poco descubierto con ayuda de un poderosísimo telescopio puesto en órbita por mis motores, eso me emocioné y moví un tiempo la conversación a cómo los usaron. Al final el mayor regresó y me digo lo que tenían entre manos, querían usar mis motores en versión titánica, para mover una nave de casi un kilómetro de largo y 600 metros en su parte más ancha.
Todo eso me encantó y emocionó, así que por poco y acepto sin pensar, pero me controlé y me pasé preguntando los detalles, como la financiación, los sueldos y la tripulación. Al final me contó todo, mencionando que los que estábamos en esa habitación éramos los primeros, y que la financiación era de su parte, era un trillonario, y quería dar todo su dinero para ello ya que quería ver a los humanos en otro mundo, y mi motor era lo ideal.
El tiempo voló, 3 años trabajando como esclavo, hasta 18 horas llegué a trabajar continuamente en problemas con motores y sistemas de soporte vital, día tras día estaba enfrascado con todo y todo iba viento en popa, incluso tuve que desarrollar un sistema de minería espacial de asteroides y de construcción orbital. Durante ese tiempo comenzamos a tomar mucha relevancia, ya que el proyecto era muy ambicioso, pero bien estructurado, así que pronto se unieron científicos, trabajadores y colonos.
Para los últimos meses, con la nave lista y terminando los detalles y probando todo siempre estaba solo y disfrutaba de hacer EVAs para verificar cada parte, fue en ese tiempo cuando a la mujer de ese entonces la asignaron como la jefa de la colonia y, por ende, la persona de mayor gradación del proyecto, básicamente mi jefa directa, nunca me llevé mal con ella, pero tampoco bien, así que había bastantes roses porque ella quería que tuviera más cuidado de mi persona y no me sobre esfuerce, pero a mí me interesa más mi trabajo, así que siempre la ignoré.
En ese tiempo me hice gran amigo de varios de los científicos y trabajadores, siempre teníamos alguna pequeña fiesta entre nosotros al terminar la semana, ellos fueron los que me indujeron al vicio de la bebida, jejejeje. Aunque mi jefa raramente nos acompañaba, generalmente nos regañaba por el ruido.
Al final el gran día llegó, todo estaba listo, provisiones, cámaras de criogenia, herramientas, materiales, todo para que nuestro puesto fuera un éxito. Sólo estaríamos yo y la jefa despiertos por todo el viaje para responder a una emergencia rápidamente.
El primer problema del viaje fue al salir, ya la jefa había revisado todo y dio la orden de zarpar, pero yo no estaba convencido, así que usé mi autoridad para abortar todo y revisar un tanque, que parecía un poco raro, y mi sospecha fue correcta, estaba dañado, y eso, durante el viaje, nos pudo haber matado, la jefa quedó blanca al oír el diagnóstico, así que rápidamente revisamos todo de nuevo y sustituimos ese tanque, al final partimos sin problemas.
Los primeros meses apenas hablábamos lo mínimo necesario, yo me dedicaba a mi trabajo y a un poco de entrenamiento, al final ella me siguió en el entrenamiento y terminamos poco a poco a limar asperezas y comenzar a ser amigos. Aunque eso no duró, no sé ni cómo, pero terminamos en una de las cubiertas de observación besándonos apasionadamente, el resto lo dejaré a su imaginación, pero a partir de ese día fuimos muy cercanos, platicando todo el día del trabajo, de nosotros, inventado historias, etc., todo para seguir juntos y cerca, comenzamos a dormir juntos todas las noches, disfrutando de compañía mutua, ya que sabíamos que no nos veríamos en un buen tiempo una vez llegáramos.
Y así regresamos a ese día, el día de la llegada, nos vestimos y caminamos juntos a la zona de criogenia a despertar a todos, duramos dos días en preparar todo, al final yo me fui con el grupo de pioneros directo a la zona de aterrizaje.
El descenso fue televisado por cámaras y entrelazamiento cuántico, así que en vivo verían si vivíamos o moríamos, al final vivimos y llegamos a la zona designada. En pocas horas montamos un campamento para poder pasar la noche, y también pudimos quitarnos la máscara, había vida en ese planeta, pero nada que nos pudiera dañar, así que fue una gran experiencia poder respirar el aire de un nuevo mundo.
Esa noche fue una noche que pasaría a la historia, al atardecer estábamos reunidos en una fogata los 30 miembros del primer equipo, y uno de repente saltó con su rifle en la mano, el resto apuntamos al mismo lugar un segundo después, y vimos lo que parecía un ser humanoide vistiendo algo similar a un uniforme de combate, rápidamente grité que todos se pusieran en formación circular, y encontramos más de ellos, nos tenían rodeados.
No sabía cómo actuar, sólo sudaba frío al igual que los demás, entonces uno de ellos salió, medía 1.7 m al salir dejó lo que parecía un arma en el suelo y varios accesorios más y se acercó, entonces yo avancé imitando lo que hizo, dejé mi rifle y mi cuchillo, al estar a un metro de distancia comenzó a hablar, obviamente no entendí, así que intenté enviarle un paquete de traducción cortesía de mi IA, lo aceptó y con un poco de trabajo desciframos los lenguajes y hablamos, era un general del ejército de su reino, que venía a ver a los invasores, yo le expliqué nuestra misión, que sólo veníamos en paz y a vivir, él me escuchó y me dijo que quería que fuera a hablar con los monarcas de su reino para discutir nuestra residencia.
Tomé mi rifle y a 3 compañeros y fuimos, nos dijeron que era buena idea ir armados. Llegamos y dejamos nuestras armas a la entrada de una cueva, era su hogar, dentro había una gran ciudad, avanzamos en medio de las miradas de todos y llegamos a la residencia real, que apenas era diferente, dentro hablamos por varias horas con los monarcas, también descubrimos que los humanos podíamos comer toda su comida, pero ellos casi nada, ya que varios aminoácidos son venenosos para ellos, entonces nos hablaron de problemas con una especie que se volvió plaga por haber matado a su depredador natural, al analizarlos descubrimos que serían una gran adición a nuestra dieta, así que arreglamos encargarnos del puesto de ser depredador de esa especie a cambio de vivir juntos.
Al regresar a la mañana siguiente con unos 500 alienígenas hablé con mi novia y le comuniqué todo, entonces fue enviado a la Tierra eso, y se me felicitó por mis acciones, teníamos aliados en este mundo. Gracias a ellos rápidamente terminamos el asentamiento y pudieron bajar el resto de colonos. La cacería iba muy bien, cazábamos diario unos 10 de esa plaga lo que controló esa parte del planeta, ya que se reproducen a gran velocidad.
Luego de eso la vida fue tranquila, comenzamos a aumentar la población humana, y los alienígenas venían siempre a visitarnos, incluso hubo vendedores, que vendían su comida que fue muy solicitada. Mi ahora esposa y yo estábamos esperando a nuestros hijos, gemelos, y en ese tiempo terminamos de hacer alianzas con todos los reinos y clanes, que nos aceptaron rápidamente y logramos una paz en el planeta nunca vista, lo que ayudó en su desarrollo.
10 años después, con el esfuerzo de humanos y alienígenas logramos ascensores espaciales y un agujero de gusano que nos comunicaba a la Tierra, y así logramos comunicar a dos civilizaciones, que ahora crecen y se desarrollan a la par.
Yo por mi parte me retiré de todo trabajo importante junto a mi esposa para cuidar a nuestra familia, y así poder estar tranquilos. Nuestros niños crecieron magníficamente para convertirse en grandes personas, mi hija se volvió en una gran científica que descubrió cómo dirigir los agujeros de gusanos a voluntad, sin necesidad de portales, lo que nos permitió expandirnos aún más. Y mi hijo se volvió el nuevo gobernante de la ciudad humana, que logró aún más mejores para los humanos y los alienígenas.
No podría estar más feliz, luego de todo lo que pasamos vivimos tranquilos, siendo una especie interestelar, logrando el sueño de nuestro benefactor que murió sin ver la llegada, de miles de científicos, escritores y gente común que soñaba con llegar a las estrellas y poder conocer más civilizaciones.
Autor: Lalo