A Kingdom of Unfortunates – Volumen 1 – Capitulo 15

A Kingdom of Unfortunates – Volumen 1 – Capitulo 15

Capítulo 15 – Tercer Legado: Parte 1

 

Pequeña criatura corría por los prados a gran velocidad, era bípeda y concorvada, su cara era horrible y su equipo era aún peor. Si fueras a cualquier lado sería imposible que alguien no reconociera que era esta criatura.

Era un Goblin.

Aun con su cuerpo mal alimentado y notable cansancio en su rostro se movía con gran agilidad y pericia contrario a lo que se esperaría de uno de estos habitantes de las cuevas. En sus manos había un papel enrollado al cual se aferraba como si su vida dependiera de ello.

El silbido de una flecha se oye en la distancia.

Un destello detrás de él se deja ver.

El proyectil se acerca cada vez más al joven Goblin, que desesperado intenta llegar a algún lugar.

Mientras más corre más es su desesperación.

Es el segundo más fuerte de su cueva, debería estar en una situación privilegiada, porque alguien como el que debería estar disfrutando de las humanas raptadas durante la última incursión a la aldea cercana a su cueva, está corriendo por su vida.

“Maldigo rey… no Ahhhh… haaaa…  MALDIGO Gojko… MALDIGO  A GojKOOOoOoooooOOO”

Grito con furia el joven Goblin.

Si el grito, pronuncio palabras, al menos eso es lo que un elfo habría dicho, pero para los humanos que le perseguían eran nada más que posiblemente el vociferar de una bestia que está siendo acorralada.

Sus perseguidores?

Un grupo de aventureros contratados para encargarse de un nido de Goblins cercano Hookput una aldea pesquera.

Hace poco el líder Goblin Gojko, que se llamaba a si mismo Rey de los Goblin por dirigir una horda de más de 50 Goblins, dirigió un ataque directo a dicha aldea, consiguió al menos 10 mujeres jóvenes y varias armas que estaban allí almacenadas.

Pero todo esto fue gracias a él, el joven Goblin sin nombre.

Los Goblin tienen un ciclo de vida decente (Alrededor de 25 años) con únicamente 2 momentos de debilidad:

  • Los primeros 5 días de nacido.
  • Las últimas 2 semanas de vida.

Un Goblin solo sufrirá de la debilitación debido a la edad una vez este en las puertas de la muerte.

Una hembra de cualquier raza tiene una alta probabilidad de quedar embarazada de un Goblin. A los 5 días de haber quedado embarazada nace un Goblin.

Los siguiente 3 días el recién nacido aprenderá a caminar, al cuarto día se lo deja fuera de la cueva para cazar y si sobrevive ya es considerado un adulto por lo que saldrá a cazar a diario y participara en los saqueos.

El Goblin más fuerte se convierte en el líder y dependiendo de la cantidad de subordinados que tenga suelen tener de 2 a 5 ayudante de un nivel ligeramente inferior a él.

El mito de que un hombre adulto es capaz de enfrentarse a un Goblin es una generalización muy desacertada, en una pelea 1 vs 1 entre un Goblin adulto y un humano adulto el Goblin ganara el 80% de las veces. Es un ser que nace y crece con la batalla en cuerpo y mente.

Constantes son las disputas por el puesto de ayudante o el de líder, por lo que son astutos, taimados y fuertes a su manera.

El estatus de un Goblin es algo pobre y la creencia popular de que un hombre adulto puede vencerles viene del mismo.

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Nombre: Sin Nombre

Raza: Goblin

Nivel: 20/35

Clase: Guerrero

HP     : 200/200

MP    : 10/10

SP      : 100/100

STR    : 20

AGI    : 25

DEX   : 10

INT    : 3

MGA: 3

Habilidades: Resistencia al veneno +1 – Recuperación de Stamina Points Aumentada +2 – Carroñero +2, Visión Nocturna {Innato}

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Al tener poca una inteligencia y magia tan pobre, son incapaces de utilizar habilidades de tipo activación, y su estamina es incluso menor que la de un humano adulto. Por no hablar de su destreza.

Aun con todo esto un Goblin casi siempre ganara contra un humano estando ambos desarmados. La mayor diferencia recae en los equipos, un humanos normal de una aldea tendría a su disposición una antorcha y una pala o una horca de 4 puntas para el trabajo de campo.

Aquí viene la diferencia en este joven Goblin

Su estatus

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Nombre: Sin Nombre

Raza: Goblin

Nivel: 18/35

Clase: Ranger

HP     : 150/150

MP    : 45/45

SP      : 210/210

STR    : 15

AGI    : 35

DEX   : 25

INT    : 20

MGA: 7

Habilidades: Resistencia al Veneno +3 – Recuperación de Stamina Points Aumentada +3 – Carroñero +3 – Maestría en Arco +2

Trampero +2, Alquimia +1, Lenguaje Elfo {Antiguo} {Pasivo}, Visión Nocturna {Innato}

Títulos: Aficionado al Veneno (Resistencia – Al veneno aumentada +2

Habilita la preparación de: Veneno Paralizante (Débil)

Veneno Somnífero (Débil))

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Es decir que fácilmente podría haberse hecho con el control de la horda. Pero eso era algo que no estaba dentro de sus intereses, lo único que le importaba era el trozo de papel que el líder le arrebato en el último saqueo.

Irritado dejo un rastro obvio para que los aventureros les siguieran.

Pero se le fue de las manos. Esperaba que lo usual sucediera.

Un grupo de novatos aventureros subestimándoles llegaran a su cueva. Se adentrarían demasiado en ella y los Goblin arqueros entrenados por él les convertirían en puerco espines, mientras que el lanzaría flechas con somníferos a las jóvenes si había alguna de ellas.

Pero esta vez fue diferente.

Lo primero que recordaba era el humo que se extendió por la cueva.

Los Goblin nacen con una resistencia natural al veneno, pero esta solo está al nivel de no morir por dar un mordisco a un hongo venenoso o comer carne podrida.

Este humo no era normal, lo sentía en su nariz, le picaba, le recordaba la sensación que tenía cuando comenzó a preparar sus venenos hace algunos años.

Le informo al líder del veneno, con leguaje Goblin, y este ordeno que se armaran para destruir a los invasores.

Él fue a buscar su pequeño arco mientras observaba la situación, entonces la luz llego.

Una andanada coordinada de pequeñas bolas de fuego. Eran más de 15.

Cada vez que una de ellas impactaba en uno de sus hermanos este caía entorpeciendo la salida, mientras que aquellos más débiles del grupo caían por el veneno en el humo.

Aprovechando la oportunidad todo el trozo de papel que el líder le arrebato y salió corriendo por la “Puerta Trasera”.

Podía sentir a los humanos acercarse, así que desecho cualquier pensamiento de llevarse su preciado arco, o sus flechas.

Corrió lo más rápido que pudo, pero no fue suficiente, uno de esos humanos alcanzo a verle salir y, desde entonces, se mantuvo en esta persecución.

Podía sentirlo, su Stamina se agotaba, no podría aguantar mucho más.

Pero él no quería morir.

NO

EL SE NEGABA A MORIR.

“AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH”

Grito más fuerte de lo que había gritado en toda su vida, poniendo más fuerza en sus piernas mientras ignoraba el creciente dolor de la flecha en su hombro.

Podía sentir su propia vida escapando de su cuerpo. Pero aun así siguió corriendo, con más furia aun, maldiciendo a esos malditos humanos, odiando no haber desafiado Gojko antes, o haberse ido antes de ese grupo, maldecía a los dioses que no conocía, maldecía a su destino por haberlo conducido hasta este punto.

Poco a poco, su estamina disminuyo hasta que ya no pudo continuar con su carrera, cayo de rodillas al suelo.

Allí vio una pequeña daga oxidada.

Pero no tenía el deseo de tomarla, solo se paró con su espalda erguida, por primera vez en su vida y se dio la vuelta.

Espero con su frente en alto, no quería morir pero al menos lo haría llevando a tantos con el como pudiera. Pronto varias siluetas se mostraron en subiendo la pequeña colina.

Todos humanos, la mayoría de ellos llevaba armadura de ligera, algunos llegaban más tarde, estos tenían una armadura de tipo coraza considerablemente más pesada. Los humanos al fin le habían alcanzado, pero estos no se acercaban a él, de hecho ni siquiera le estaban mirando miraban a algo detrás de él. Entonces fue cuando noto la gran sombra que le cubría a pesar de ser de día.

Se dio la vuelta y fue entonces cuando le vio.

Un hombre muy alto, era al menos dos cabezas de altura, llevaba una cota de mallas y un chaleco de cuero. La igual que aquellos detrás de él, de quienes habían más de los que podía contar con sus manos y pies.

El alto hombre se quitó el casco dejando caer su largo cabello carmesí y le miro directamente.

Podía sentir algo similar a cuando el tomo un arco por primera vez.

Curiosidad y asombro.

Entonces ese hombre de tez morena y cabello rojo dirigió su mirada a los humanos que le perseguían y dio un cambio total. Ahora era totalmente hostil, incluso podía ver odio. De su boca unas palabras inentendibles salían.

De pronto vio a los jóvenes aventureros asustados.

El resto de hombre y mujeres detrás de ese hombre de cabello carmesí gritaron y sacaron espadas cortas y escudos. Cargaron directamente contra ellos.

Excepto por el hombre de cabello carmesí, se quedó al lado suyo e hizo un gesto para que le siguiera.

Aunque tenía algo de miedo, ese hombre le había salvado la vida, además ahora que había escapado por un pelo de la muerte, no se lanzaría precipitadamente a otra vez al fuego.

Vio como el hombre seguía produciendo sonidos inentendibles a otros que seguían sus órdenes. No solo había humanos, de hecho era la primera vez que veía tantos Semi-humanos. Uno de ellos se acercó a él y dibujo algo en su derecha con sangre de su dedo.

Unos instantes después su mano brillo.

El brillo cubrió su cuerpo y de repente ya no se sentía cansado, su herida había sanado, e incluso la flecha de su hombro había salido por su propia regeneración.

“Él tiene el poder de los druidas”

Fue lo primero que pudo entender de todo lo que salía de la boca del hombre de cabello carmesí.

“Creo que deberías poder entenderme si hablo así verdad?”

“Por qué salvarme… yo ser Goblin… humanos y Goblin ser… enemigos”

El hombre de cabello carmesí le miro con una cara que conocía bien, era desconcierto.

Numerosas veces tuvo que lidiar con la incompetencia de Gojko, quien no entendía más que las cargas directas de los goblins.

“No hay una razón en específico, simplemente odio a los humanos que piensan que están por encima de cualquiera de las otras razas”

Pudo ver el puño apretado del humano.

Por primera vez pudo ver algo similar a la simpatía de un humano hacia los Goblin.

“Que tal esto, únete a nosotros, siempre hacen falta buenos guerreros y si pudiste correr desde Hookput hasta aquí mientras eras perseguido sin dudas no eres un Goblin regular, además de que sabes el idioma de los elfos del bosque”

El Goblin miro la mano que se extendía mientras, sin ninguna pisca de duda, el tomo le entrego el rollo de papel que llevaba en su otra mano.

“Y esto pequeño, para serviría un trozo de papel como este?”

El Goblin no dijo nada, simplemente lo tomo una vez más extendiéndolo en la tierra, coloco sus manos encima de él y comenzó a verter todo el mana que podía permitirse.

“Yo ser más listo que humano para cazar”

Poco a poco, el aparente trozo de papel maltrecho sufrió un cambio, numerosas líneas de un claro color azul comenzaron a brillas, luego puntos negros y por ultimo líneas rojas.

“Raíz de gran planta brilla rojo, ser caminos grandes humanos pasar con caballos y carros, raíz planta de agua, brilla  azul, ser ríos y gran punto azul ser el lago, brote de gran planta oscurece, ser pueblos humanos”

Con una gran sonrisa en su rostro dejo de suministrar mana, lo había agotado por completo. Este era el trabajo de su vida, un mapa de toda la región.

El hombre de cabello carmesí le miro una vez más, pero esta vez no tenía simpatía, si no orgullo y felicidad.

“Realmente eres algo especial, ven pequeño, ya sabes cómo explorar, ahora yo te enseñare a luchar”

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Noveno día de la Tercera Luna, Año 300513 después del rubí.

Una gran criatura de piel color obsidiana se despertaba al amanecer.

De su espalda baja nacía una imponente cola que terminaba en una peligrosa y puntiaguda punta, de su cabeza crecía una larga cabellera azul profundo, con su cuerpo imponente se levantó y salió de la tienda donde estaba durmiendo. Se dirigía al comedor.

En su camino una gran cantidad de sus hombre le saludaban, la mayoría eran Hobgoblin bien entrenados, aunque había algún que otro Goblin, también orcos, y gigantescos lobos negros.

Todos llevaban el mismo símbolo en el hombre del chaleco de cuero que llevaban por encima de la cota de malla, una serpiente enrollada a una espada.

El símbolo del tercer ejército.

Cuando entraba en la tienda comedor vio un rostro familiar. El primer Legado de la Confederación Hero Vaas Thirvanir.

Le dio un simple saludo antes de recoger la cecina y las raciones para el resto del día.

Se acercó una vez más para hacer un saludo apropiado, no como Camaradas, si no como lo haría con un amigo. Después de todo, gracias a sus enseñanzas fue que el llego a donde estaba parado en ese momento.

“Legado Hero, sabe… una vez más he soñado con el día en nos conocimos”

El hombre de largo cabello carmesí y piel moreno, enseguida se puso en pie y le propino un abrazo.

“Ya, ya, no te ponga a llorar, al menos no delante de tus hombres…”

En el momento siguiente una gran explosión.

Pero los soldados no se molestaron, por la forma de la misma y el elemento que se uso era obvio quien la había provocado.

“Ahhhh eso fue peligroso Nemesio, si no fuera por mi barrera podrías haber volado todo el lugar, acaso tanto quieres que tus hombres no vean que en realidad solo eres un llorón?”

Al momento siguiente estaban frente a frente intercambiando golpes.

Pero…

Ambos tenían una sonrisa de satisfacción en el rostro. Después de todo ya habían pasado más 600 años desde que se conocieron, él sabía muy bien lo que sucedería si decía algo como eso.

Por lo tanto, una vez ambos quedaron agotados debido al enfrentamiento Hero recupero la compostura y le hablo con tono informal.

“Siempre es mejor estirarse apropiadamente antes de marchar contra el enemigo no es así?”

“Y siempre es mejor hacerlo con alguien en quien confíes no es así Hero?

Una vez más se acercaron, pero esta vez solo se estrecharon la mano.

“Es bueno verte tan relajado Nemesio, dime cómo va la guerra por aquí?”