La luz del amanecer entraba por la ventana iluminando la habitación mientras una joven estaba durmiendo a sus anchas en la cama.
Kobayashi Makoto de 14 años de edad, ahora mismo estaba durmiendo con su pijama de conejo toda desarreglada y mal abotonada que incluso mostraba el ombligo, la mitad de su manta estaba en el suelo y tenía sus extremidades extendidas en el colchón, exceptuando su mano derecha la cual usaba para rascar su estómago, en su rostro tenía una tonta sonrisa despreocupada como si los problemas del mundo no fueran suyos.
- …
Zephyr, el pequeño compañero emplumado, estaba en la cabecera de la cama viendo con desdén en silencio al ser que se supone que debería salvar al mundo de la destrucción babeando su almohada. Batiendo sus alas voló hasta la frente de Makoto, pensaba hablarle para despertarla, pero el sonido del picaporte de la puerta lo detuvo, rápidamente voló y se escondió dentro del bolsillo del uniforme escolar de Makoto que estaba colgado en el armario al otro lado de la habitación.
La puerta se abrió y quien entro no fue nadie más que Mikado, el hermano mayor de Makoto.
Acercándose a la cama con su típica cara antipática se detuvo frente a ella, su expresión cambio al ver a Makoto dormida tornándose en desdén, similar a Zephyr hace unos momentos.
Tomó bruscamente la almohada donde reposaba la cabeza de Makoto la cual cayó. Los ojos de la despreocupada criatura se abrieron mientras su sonrisa desaparecía y volteaba a ver a su hermano, que seguía viéndola con desdén.
- ¿Onii-…?
- ¿¡Cuánto más piensas dormir!?
- ¡Uffou!
Mikado, sin piedad alguna, uso la almohada que le había arrebatado a Makoto para golpearla en el estómago. Makoto, que no pudo terminar de hablar, solo dejó escapar un mugido mientras su hermano le gritaba.
- ¿¡Qué forma de despertar a alguien es esa idiota!? ¡Es muy temprano!
- ¡Cállate! ¡Ya es hora de levantarse!
- ¿¡Qué!?
Makoto se levantó furiosa y comenzó a gritarle a su hermano que se veía molesto también, pero cuando el menciono la hora Makoto se sorprendió y rápidamente tomó su teléfono que estaba en la mesa frente.
Efectivamente, ya era la hora de levantarse, pero al parecer no escucho la alarma de su celular. Volteando a ver ligeramente a su hermano con nervios y vergüenza, solo lo encontró viéndola fríamente con desdén.
- Es cierto…
- Vístete para irnos, mamá dice que te pondrá un poco más de comida en tu bento hoy
- Ok…
Makoto se disculpó con un tono desanimado mientras bajaba la cabeza, mientras Mikado dejó salir un pequeño respiro y volvió a hablar con su usual tono apagado, se dio la vuelta y salió del cuarto cerrando la puerta tras de él. Makoto soltó otro suspiro mientras se sentaba en la orilla de la cama.
- Ustedes dos tienen una extraña relación amor-odio.
- Oh, Zephyr-chan, buenos días.
- Buenos días Makoto.
Zephyr salió de su escondite y se acercó volando a Makoto la cual le dio los buenos días con una sonrisa.
- Hhuuaa…
- Dormiste bien ¿no?
- Jeje… no me lo recuerdes
Anoche Makoto se durmió tarde por leer mangas sin notar la hora. Ella se rascaba la parte de atrás de su cabeza con su mano con una sonrisa avergonzada mientras Zephyr la miraba como un caso perdido, y se preguntaba qué será de él con esta chica de compañera.
- Cierto, Zephyr-chan, ayúdame.
- ¿Con qué?
- Con esto.
Makoto se levantó de la cama y fue a su escritorio a buscar en uno de los cajones, Zephyr tenía un signo de interrogación, pero cambio a uno de exclamación cuando Makoto se dio la vuelta y en la palma de su mano derecha tenia los objetos mágicos que le habían obsequiado, las esferas mágicas, para entrenar su control de poder mágico.
- Ayer me olvidé de ellos, así que pensé que podría probar un intento ahora.
- Ya veo.
- ¿Me ayudas?
- ¡Claro!
Makoto se volvió a sentar a la orilla de la cama y Zephyr se posó en su hombro izquierdo y comenzó a guiarlo.
- Primero ¿Qué tal si comenzamos con solo una?
- Ok
Haciendo caso a Zephyr, Makoto devuelve una de las esferas al cajón donde las tenía.
- De acuerdo, escúchame, intenta transferir tu magia a la esfera, similar a lo que haces con el cristal a la hora de lanzar tus ataques, pero no tan exagerado.
- De acuerdo…
- Comienza poco a poco, concéntrate.
Siguiendo las instrucciones de Zephyr de nuevo, Makoto miraba fijamente la esfera en su mano, imágenes de ella actuando como Diamond en los últimos días pasaban por su cabeza.
- Concéntrate… poco a poco.
- Mmmh…
Débiles destellos empezaron a verse en el vidrio de la esfera, al notarlo Makoto se concentró más sin apartar la vista de la esfera, mientras Zephyr se asombraba del rápido progreso de ella.
Makoto imaginaba que la esfera en su mano era su bastón de cuando es Diamond, cuidando no poner tanto poder mágico como en un ataque.
- ¡Mira Zephyr-chan!
- ¡Wow! Lograste hacer que levitara, un poco al menos.
- Algo es algo
- No pierdas la concentración, ahora intenta moverla lentamente.
Es tal como decía Zephyr, el cristal brillaba tenuemente de azul y levitaba unos 2 o 3 centímetros sobre la palma de Makoto.
Haciéndole caso Zephyr, Makoto no descuidó su concentración y comenzó a tratar de mover la esfera al menos un poco, así que de nuevo comenzó a recordar a ella misma como Diamond, sin embargo, la imagen de ella lanzando Silver flash y Shooting star se volvían más frecuentes.
- Oh, oye creo que…
- ¡Kya!
- Eso
La esfera en un parpadeo salió disparada como bala golpeando la frente de Makoto la cual fue empujada y cayó de espaldas sobre la cama
- ¡¡Mmmmmhh!! ¡¡Mmmmmhh!! ¡¡Mmmmmhh!!
Makoto se encontraba rodando de izquierda a derecha sobre la cama frotando su frente con sus manos mientras gritaba sin abrir la boca para que no fuera escuchada fuera del cuarto. Zephyr que volaba solo podía verla con un poco de lastima.
- Bueno, si te sirve de consuelo, salió mejor de lo que esperaba
- ¡Para nada!
- No me mires así, yo solo trataba de ayudar
Makoto dejó de girar para sentarse mientras hacia un puchero inflando las mejillas y miraba a Zephyr enojada con ojos llorosos y un punto rojo entre las cejas.
Dejando pasar la práctica y devolviendo la esfera mágica al cajón donde lo guarda, Makoto se cambió a su uniforme escolar y ahora se abotonaba su abrigo azul oscuro frente al espejo y Zephyr la observaba desde el escritorio, pero había una duda que rondaba por su cabeza desde que se conocieron.
- Oye Makoto.
- ¿Qué pasa?
- ¿Está bien que te cambies conmigo en la habitación?
- Claro ¿Por qué no lo estaría?
- ¿Eh? Pero, soy un macho ¿sabes? Te he visto en ropa interior más de una vez ¿no deberías sentir vergüenza o algo así?
Debido a las respuestas despreocupadas de su compañera, Zephyr seguía dudoso sobre la moral y la ética entre los dos. Makoto que se había terminado de abotonar su abrigo volteó a ver a su compañero emplumado y azul con una sonrisa descarada.
- Zephyr-chan, eres un ave ¿por qué sentiría vergüenza de ser observada por un ave?
- Bueno eso… pero sigo siendo un macho.
- Es lo mismo si fuera vista por un gato o un perro, incluso si eres macho.
- Oye.
- ¿O me dirás que tienes la fantástica habilidad de convertirte en un ikemen como Moon de Sakura Card Catch?
- No… demonios, por alguna razón siento mi orgullo lastimado.
La confianza de Zephyr fue gravemente dañada y este se lamentaba de ello, sin embargo, la culpable no le prestó atención y siguió hablando.
- Sin embargo, quedarse viendo fijamente a una señorita cambiándose si es grosero y de mala educación ¿sabes?
- Ah, bueno, es verdad, lo lamento mucho
Después de que le remarcaran su falta de modales, Zephyr bajó su emplumada cabeza disculpándose, en cambio Makoto ya no sonreía descaradamente como al inicio, ahora tenía una amigable sonrisa en su rostro.
- Ya, ya, no importa, ahora dime ¿Qué tal?
- Impecable
Con sus manos en su cintura, Makoto lucía su uniforme escolar preguntando como se veía a Zephyr el cual respondió positivamente levantando su ala izquierda. Makoto sonrió a su respuesta, entonces volteó a ver a la cama y se acercó a ella pensando en algo, y con sus manos empezó a intentar levantar la orilla de la cama. Zephyr, que la veía, se preguntó la razón de esto.
- ¿Ahora que se supone que haces?
- Intento… levantar… la cama…
- ¿Por qué…?
- ¡Uff!
Debido que sus esfuerzos no daban frutos, Makoto dejó caer la orilla de la cama lentamente para no hacer ruido y tomó un respiro.
- Bueno, solo quería probar algo
- ¿Algo?
- Si, ayer literalmente lancé un tigre de más de 2 toneladas con mis propias manos, así que pensé que levantar mi cama, que no debe pesar ni la mitad de eso, sería fácil, pero al parecer no.
- Ya veo.
Zephyr dio un pequeño suspiro, no podía culparla por pensar así, después de todo la magia es algo totalmente nuevo para ella.
- Makoto
- ¿Sí?
- Ciertamente tienes un gran poder mágico, pero aún no lo logras controlar del todo, así que permanece dormido.
- Aja…
- Sin embargo, cuando te transformas en Diamond tu poder mágico fluye naturalmente por tu cuerpo e incluso cubre tu exterior sin darte cuenta, por eso tienes tales capacidades físicas…
- Ya veo…
Zephyr sacaba su pecho blanco lleno de orgullo al ver a la asombrada Makoto gracias a su explicación.
- ¡Entonces soy como las Pretty Curry!
- ¿¡Pretty qué!?
- ¡Las Pretty Curry-popu!
- ¿¡Popu!?
Zephyr se quedó con el pico abierto al ver los ojos de Makoto que brillaban como estrella sin saber la razón.
- ¡Desde niña soñé en ser una Pretty Curry y ahora lo soy! O al menos algo parecido…
- Tengo miedo de preguntar, pero ¿Qué son las Pretty Curry?
- ¡La Pretty Curry es la franquicia de chicas mágicas más famosa que hay, las emisarias de la luz que luchan contra las fuerzas del mal usando el poder de la amistad, y de sus puños, y cuando están de civil esa increíble fuerza que poseen desaparece hasta volverse a transformar!
- …
- ¡Son tan populares en Japón que siempre están encabezando el top de popularidad llegando a rivalizar o incluso superar a los Super Raiders!
- …
Zephyr se quedó en blanco con el pico abierto y ojos cansados que miraban a una radiante Makoto cuyos ojos propios brillaban intensamente de emoción.
- Es verdad, olvidé que esta chica es una otaku…
Makoto rápidamente volvió a pisar tierra y salió de la habitación con su mochila en mano. Zephyr solo dejó salir un largo suspiro deseando que las cosas mejoren para bien en el futuro.
- ¡Terminé!
- Igual
Makoto y su hermano Mikado levantaban sus tazones de cereal después de haber terminado de desayunar y los dejaban en el lavadero. Su madre envolvía los bentos de cada uno y uno extra para Ryoko. Ambos tomaron los bentos y los metieron en su mochila, después ambos le dieron un beso de despedida a mamá Kobayashi antes de dirigirse a la entrada principal.
- Ustedes tres, vengan a ver esto.
Ambos fueron detenidos por papá Kobayashi mientras los llamaba incluida a mamá. Los tres se acercaron a la sala donde él estaba mirando las noticias en la TV.
- ¿Qué sucede…? ¿eh?
- …
- ¿Ho?
Cuando los tres se acercaron y vieron la pantalla cada uno reacciono de forma distinta, Makoto cortó lo que decía mientras sonreía de manera extraña, Mikado solo guardó silencio mientras abría más los ojos y mamá Kobayashi dejo salir una voz de asombro.
Lo que estaba en pantalla era un video, posiblemente tomada con un celular por el ancho, de una chica vestida de rosa con un bastón peleando con una extraña criatura negra que parecía un tigre gigante.
- Este video fue tomado durante el incidente del día de ayer en el parque natural de Tokio. Se reportan algunos heridos, pero no de gravedad
La mujer del noticiero narraba la nota sobre el video que trataba sobre lo ocurrido el día de ayer en el parque, parque en el cual Makoto estuvo precisamente ayer en la tarde, ella podía reconocer perfectamente a la chica de rosa a pesar de la calidad del video.
- Según testigos, el nombre de la chica en el video es Diamond, y al parecer es la nueva heroína de la ciudad y nada menos que una chica mágica
Makoto, a pesar de haber escuchado ese nombre conocido su expresión no cambio, sin embargo, parecía tener un extraño tic en su ojo izquierdo.
- … ¿Eh?
