No soy el Héroe capítulo 30: Nunca en 200 años.

No soy el Héroe capítulo 30: Nunca en 200 años.

 

¡Hola a todos! les escribe Schzender, antes que nada, les pido disculpas. al parecer un error del blog (Causado por mi maldición del blog) borró de la lista el cap 30 y 21, lo cual me entere recien hoy. espero que este error ya se haya solucionado y de paso les dejo este capitulazo num 30 que no se pudo ver antes. de nuevo, les pido una disculpa.

Para aquellos que aun no estan siguiendo mi segunda novela «God´s Toys». ¡QUé VERGÜENZA! no… es broma… si, claro. Pero pueden pasar a verla en el momento que quieran, haciendo click aquí. (Link sin acortadores o ninguna basura.)

 

Cap 30 Nunca en 200 años.

Los días libres se acabaron, aunque no fueron muy libres que digamos.

Muchas cosas pasaron hasta ahora y muchas más pasaran esta tarde, se celebrará la anual ceremonia de nombramientos, muchos puestos fueron dejados libres en varios feudos por muertes y corrupción, algunos de los que fallecieron este año eran buenos Lores y sus hijos tomarán el lugar.

Eli, Violeta, Ari, Rosy, Mia y ahora también Shiela están preparando el equipaje para partir ni bien termine la ceremonia ya que es más importante poner la casa en orden antes de limpiar la capital.

-Maestro es hora.- dijo Eli.

-Me iré, chicas tengan todo listo para cuando regrese.-

-¡Sí!- respondieron todas.

De camino a la sala de audiencias real, una gran cantidad de nobles se presentaron, algunos estaban nerviosos y otros ensayaban discursos escritos de antemano una panoplia de carruajes estaba apretada frente al palacio.

Los guardias reunidos eran la minoría ante la aglomeración de nobles, pero todo se resolvió cuando los comenzaron a acomodar dentro de la sala de audiencias.

Al parecer en este país todos son llamados en la Sala de Audiencias y son ubicados en unas especies de tribunas divididas por estatus y casas, al ser referidos por el Rey dejan su lugar y pasan al frente del trono para recibir lo que les corresponde.

Una vez que todos habían entrado y tomado su correspondiente posición se me pidió esperar en una sala especial para el evento final, según parece tengo que entrar por la puerta principal de la sala de audiencias y hacer todo el tramo hasta llegar frente al trono, la idea es crear un ambiente de poderío.

-¡El Rey ha entrado en la sala, todos guarden silencio!- aclamó un guardia real.

Tomando asiento en su trono el Rey tomo un pergamino y comenzó a leer un largo pergamino que trajo consigo.

-“Bienvenidos lores y señores. En este tiempo de tribulaciones es realmente apreciado que todos ustedes pudieran llegar a salvo a la capital y como su Rey les agradezco por su presencia, este año hemos perdido a muy buenos nobles…”

Pasando por las pérdidas, siguió por la distribución actual y los problemas que surgieron a causa de eso, dando un hincapié a la ceremonia de nombramientos.

De menor a mayor rango comenzaron por los Barones Honorarios, Barones, Condes Honorarios, Condes, Vizcondes, Marqueses y Duques. Aunque en esta ocasión no hubo ni un solo marqués o duque, si hubo un único vizconde que tuvo mérito al aplacar la estampida de monstruos en Trosk, por eso es que no había escuchado nada más respecto a los monstruos.

Luego de un lapso para reorganizar que sucedía todos los años por las discusiones entre noble A y noble B, el rey anuncio el plato principal.

-Ahora, por último, pero no menos importante, un último nombramiento. Chevallier Kyle de Eldar adelante.- dijo con ímpetu.

Poco a poco me acerqué al trono y una vez delante del mismo me incliné.

-De pie.- dijo el Rey y me levanté.

-Todos aquí conocemos de las hazañas de este joven, hazañas que en más de 200 años nadie pudo lograr, como Rey, como líder, como hombre, me es realmente doloroso que este caballero sin igual solo ostente el título de Chevallier, por lo tanto ahora le otorgo el título de Barón junto con el apellido Steiner y el mando de la fortaleza en FireStone.-

-Le agradezco sumamente Su Majestad…- interrumpí.

-¿Deseas algo más?-

-Por el contrario, Su Majestad, creo que solo soy un simple hombre de campo y no merezco tal honor como pertenecer a la nobleza ya que mis orígenes son humildes.-

-¡Osas negarte al título que el Rey te está dando! ¡Maldito plebeyo!- Replicó uno de los ministros.

-¡Silencio!- gritó con coerción el rey

Nadie en la sala se atrevió a decir una sola palabra, claro esperaba que fuera “Impertinente” el negarme a un título directamente del rey.

-Entiendo tu punto de razonamiento, y ciertamente muchos se opondrían a un plebeyo que renace como un noble, pero tus actos no son nada más que meritorios de tal posición, no, son aún mayores para esta posición. Dime ¿por qué te niegas? Si tu razón es suficiente para convencerme te recompensare de otra manera.-

-Gracias su majestad, mi razón es simple… Mi sueño es viajar por todo el mundo y explorar lo inexplorado, clavar una bandera donde nadie puso un pie antes, eliminar la discriminación entre razas y dejar mi grano de arena en este mundo, aún a costa de mi vida.-

-Ya veo… Entonces lo que pides es libertad ¿no es así?-

-Es correcto Su Majestad.-

-Muy bien, todos aquí entienden que dejar un hombre con tal fuerza libre en el mundo no es muy inteligente en realidad, pero también todos vieron la profundidad de su corazón y la nobleza de sus intenciones, no puedo quitarte el título de Barón ni el apellido que te he brindado, pero prometo no atarte en los asuntos del país, a cambio… ¿puedo contar con usted si estamos en problemas?-

-Su Majestad, estoy inmensamente agradecido por su decisión y mi respuesta a su pregunta es simple. Disculpe mi rudeza, pero solo en caso de que este país no sea el culpable de esos problemas, solo así ayudare sin duda alguna y con todas mis fuerzas.-

-Entonces, me es insuficiente solo otorgarte un título, así que…-

Con una seña uno de los sirvientes trajo una bandeja con una bolsa y algunos pergaminos.

-Primero, en vista de tus logros te otorgo una recompensa en valor monetario de 2000 platinos, el documento que valida tu posición y un permiso para migrar libremente de las fronteras de Irisad.-

Algunos nobles realmente palidecieron, otros pedían dedos prestados para sacar cuentas, la verdad es que 2000 piezas de platino es una cantidad tan obscena de dinero que mirarlo es malo para la salud y el corazón, así como un dolor inmenso de cabeza.

Luego de eso un nuevo discurso para cerrar el evento y todos comenzaron a retirarse y justo cuando yo me estaba por ir Rosy vino a mí.

-Hola, ¿está todo bien?-

-Si… más o menos, ¿entiendes lo que sucedió?-

-Realmente no…-

-Hace 200 años que nadie se negó a recibir un título del Rey, eres el primero en varias generaciones, esto dará que hablar en verdad.-

-Haa~ Suena problemático.-

-Si… por otro lado, mi padre tiene asuntos contigo.-

-¿Conmigo?-

-Es algo sobre los problemas en la capital.-

-Ya veo, iré de inmediato.-

-No hace falta, mañana por la mañana podrán reunirse, aunque ven a casa a quedarte esta noche, Eli, Ari, Violeta y tu madre están ahí ya.-

-¿Ya están todos ahí?-

-Sí, bueno… algunas cosas sucedieron.-

-Eso parece.-

Mientras conversábamos de cosas sin mucha importancia subimos al carruaje que nos llevaría hasta la mansión del Marques Hellbound.

Guardaré como un secreto que el Marqués seguía observando a Chester con ojos destellantes cuando llegamos.

————————————–

En una habitación cerrada de un tamaño medio, tal vez 5×4 mts con amplias ventanas totalmente cerradas y cubiertas por una gruesa cortina color lila, el Marqués Alberos Hellbound, su hija Rosaline y yo nos reunimos para hablar al respecto de los problemas en la capital.

El ambiente estaba iluminado con candelabros de grasa, la llama a media luz hacía que todo se viera como en un sutil tono sepia.

Libros abundaban en la estantería, aunque no tengo idea de que son, la cantidad es inmensa.

-Kyle, puedes tomar asiento.- dijo Rosy seriamente.

Esto ya es claramente el punto serio de la cuestión, supongo que la charla no es algo que deba ser muy conocido, al menos es la impresión que me dan sus expresiones.

-Veras Kyle, es un asunto delicado realmente…-

-Solo vaya al grano, si puedo hacer algo lo haré dentro de mis capacidades.-

-Gracias… está bien, el problema principal es la malversación de fondos, no sé si estarás al tanto que en la capital hay muchos grupos financiados por la corona, así como asistencia a las personas marginadas y orfanatos. Muchos de estos dejaron de funcionar en los últimos años causando que los índices de robos aumenten, incluso los más pequeños se vieron obligados a esto.

Muchos pierden la vida por esta situación y ninguno de ellos son los verdaderos culpables, sabemos más o menos quienes son y cómo es que estafan el dinero a la corona, pero la verdad es que no sabemos cómo atraparlos, por eso Rosy estaba buscando personas capases. Si podemos hacer que caigan entonces la situación para los menos afortunados no sería tan mala.-

-Ya veo… ¿Qué es exactamente lo que quiere?-

-Una forma de demostrar que son culpables, evidencia suficiente para hacerles pagar por su traición.-

-Entiendo, pero eso es realmente difícil sin conocer el bajo mundo y no conozco a mucha gente de por aquí que digamos.-

-Pero ¿no podría hacer nada al respecto?-

-Se me ocurren unas cuantas cosas, pero nada que vaya a ser rápido.-

-Ya no tenemos ideas nosotros mismos así que cualquier cosa es mejor que la situación actual.-

-Muy bien, haré algo al respecto, pero necesito tiempo para planear.-

-Gracias, claro puede contar con nuestra casa para lo que sea, solo pídaselo a Rosaline.-

-Cuento con ello Marqués…-

Me retiré de la sala y caminé por el pasillo hacia donde Rosy aguardaba con incomodidad, tal vez incertidumbre, es posible que ella también este muy preocupada por la situación de la capital. Lo raro es que la gente es muy patriótica al respecto… ¿no es así? Me lo parece a mí mínimamente.

-¡Kyle! ¡¿Ya terminaron de hablar?!-

-¿P-porque gritas? Si, ya me enteré de la situación.-

-B-bueno… padre a veces puede ser brusco con la gente, me tenía preocupada.-

-¿Brusco? No entiendo, fue completamente normal.-

-¡¿De verdad?! Ya veo…-

-¿Qué harás ahora Rosy?-

-B-bueno, tenía pensado ir a hablar con las chicas.-

-Ummm está bien, yo quería invitarte a almorzar, pero en visto que ya tienes planes comenzaré a buscar una propiedad aquí en la capital.-

-¿i-invitarme? Bueno… podría ver a las chicas en otro momento… ¿Una casa aquí en la capital? ¿no pensabas quedarte aquí?-

-Creo que sería una molestia si dependiera de la hospitalidad de tu familia por mucho tiempo, pensé que sería bueno tener una casa aquí en la capital, después de todo es posible que este un buen tiempo aquí. Aunque eso dependerá completamente de lo que me tome resolver los problemas actuales.-

-Y-ya veo, pero en ese caso no nos veremos mucho ¿no es así?-

-¿De qué estás hablando? Si tú también participaras ¿no es simplemente lógico que estés mucho tiempo en mi casa junto con las chicas?-

-¡Es verdad! Tienes toda la razón.-

Claro que estar rodeado de mujeres es algo completamente apreciable de forma indiscutible, pero no es algo sencillo ciertamente. El estrés que produce su competencia es mucho… al menos me gustaría saber ¿por qué diablos compiten? Pero no dicen nada, están tan calladas al respecto que solo pensarlo me hace doler la cabeza.

-Entonces… sobre el almuerzo.-

-¿Eh? ¿No ibas a hablar con las chicas?-

-P-puedo ir más tarde…-

-¿Es así? Entonces si gustas – extendí mi brazo y Rosy lo tomó, envolviendo su mano en mi brazo partimos cómodamente hacia algún restaurante.