Especial 1: Aquel que no pude olvidar
POV Mercury
Soy Mercury Sarteas Oram, tengo catorce años y soy la primera princesa del Reino Oram. Actualmente, soy una estudiante de la academia del reino.
Durante toda mi vida, nunca me faltó nada. Tengo un padre amoroso que de alguna manera siempre saca tiempo para mí y mi hermano mayor, una madre ligeramente estricta que me cuida, sirvientas que siempre hacen lo que les pido y muchas cosas más.
Cuando llegué a la academia hace tres años, estaba verdaderamente asustada. Aunque sabía que era mi deber hacer conexiones y encontrar un candidato a esposo, eso no hacía el hecho de separarme de mis padres.
Mi hermano hacía todo lo posible por ayudarme a adaptarme, pero al tener horarios diferentes y toque de queda desde la tarde, era poco lo que podía hacer.
Pero un día, conocí a esa persona.
«Disculpa, me parecías algo solitaria, así que pensé en hablar contigo»
Annerose Rosen, la chica más popular de la academia, se me acercó para ayudarme.
Me dijo que realmente ella pasó por algo similar cuando llegó. Extrañaba a su padre y a su amigo del cual nunca pudo despedirse.
«Sin embargo, sabía que ninguno de ellos estaría feliz si supieran que me retraía en su ausencia, por lo que fortalecí mi determinación para dar mi mejor cara. Cosa por la que no me arrepiento en absoluto»
Ella no solo era la más hermosa en toda la academia, sino que también la que tenía las mejores calificaciones tanto teóricas como prácticas, e incluso se inscribió en la clase de esgrima a pesar de que no es común para las mujeres. Pensar que había tales motivos…
«Pero no sé si podré ser igual de fuerte…»
«No te preocupes, estaré a tu lado para apoyarte»
Desde ese día, fuimos las mejores amigas y nos apoyamos mutuamente.
Más tarde, me di cuenta de qué, aunque podía llevarme bien con la mayoría de las mujeres, los hombres llegaron a aterrarme. Siempre venían a mí con la esperanza de que su familia tuviera conexiones con la familia real e incluso intentar seducirme para casarse conmigo y elevar su estatus. Todos ellos siempre tenían miradas desagradables y una notable malicia.
Un día, hablé con Anne.
«Me gustaría salir a la ciudad»
Anne se quedó atónita por un segundo, antes de volver a su expresión habitual.
«¿Puedo saber a qué se debe?»
«Quiero un ligero cambio de aires, lejos de esos nobles pretenciosos»
Pareció divertirse por mis palabras. Me pregunto si dije algo extraño.
«Todas queremos eso de vez en cuando. Te ayudaré»
«¿Vendrás conmigo?»
«No, tendré que quedarme aquí para cubrirte. Aun así, te deseo suerte»
Así, al día siguiente, escapé de la academia… cosa de la que me arrepentí.
«Hey, parece que tenemos a una linda señorita aquí»
«Sí, parece que tendremos algo de diversión»
«Deberíamos **»
Nunca en mi vida sentí tanto miedo como en ese momento. Mientras los criminales seguían acosándome, me preparaba para intentar huir, cuando…
«Disculpen, me parece que es de mala educación causar tan mal rato a una dama, por lo que les pediré que se detengan»
Él llegó. Le dio su merecido a aquellas personas, que cayeron convulsionantes en el suelo.
No podía sentir malicia alguna en él. Era totalmente diferente a los otros hombres que había conocido. Su aura era tranquila, aunque su aspecto rudo decía lo contrario, se notaba que era una persona de carácter amable.
No solo me acompañó a la academia, sino que me advirtió sobre las artimañas de las malas personas. Es un hombre admirable.
Cuando llegué a los dormitorios, le conté a Anne lo que pasó. Ella se disculpó diciendo que nada de eso habría pasado si me hubiera detenido. Le dije que todo estaba bien.
Durante los siguientes días, no dejaba de pensar en él sin importar cuanto intentara olvidarlo. En todas partes veo su rostro… o su máscara, lo que sea.
Espera no será que…
Me sonrojo de solo pensarlo. Quien hubiera dicho que llegaría el día en que estuviera así por un hombre.
Mientras conversaba con Anne, a quien el director le había pedido que despidiera a los participantes de la prueba, él me saludó.
Pensé que esa era mi oportunidad de oro para hablar con él y aclarar mis sentimientos, pero cuando me di cuenta… se había ido.
POV Gregory
Me llamo Gregory. Solo Gregory, sin más decoro.
Nací y me crie en una aldea de elfos en el bosque Duran, a las afueras del reino.
Siempre fui considerado un prodigio entre los míos, tanto en la magia como en la caza. Mientras unos tenían un contrato con uno o dos espíritus, yo tenía cinco.
Durante un tiempo fui el líder de la aldea, haciéndola más próspera que nunca.
Sin embargo, debido a eso tardé unas décadas de más en conseguir pareja. Ella era la mujer más bella y amable que jamás conocí, pero… murió al dar a luz. Ese fue un día agridulce para mí.
Mi hija, sin embargo, nació sana. Me encargué de cuidarla y darle todo lo que necesitaba. Me sentía feliz nuevamente, pero…
«¡Te dije que te alejaras de ese humano!»
«¡Tú no tienes ningún derecho para separarnos!»
Un día, un viajero humano llegó a nuestra aldea, y mi hija terminó enamorándose de él. Yo me sentía abatido, por lo que le prohibí verlo.
Pero así no es cómo funcionan las cosas.
En lugar de mantenerla a mi lado, lo único que hice fue forzarla a huir con su amado.
Estaba completamente deshecho. Abandoné la aldea y estudié las costumbres de los humanos. Incluso me volví el director de la academia del Reino, todo para olvidar ese pasado.
Aunque hice todo lo posible para eso, un día uno de mis antiguos alumnos me escribió una carta. Él era uno de los pocos a quienes le había contado mi secreto, por lo que no dudó en avisarme cuando se enteró que mi hija estaba viviendo en su territorio junto con su esposo y su propia hija, que había alcanzado la mayoría de edad.
Ese día, solté lágrimas de felicidad. No solo me enteré de que mi hija se encontraba sana y feliz, sino que también tenía una nieta.
Me mantuve en contacto con dicho ex alumno, el Barón Rosen, para enterarme de las novedades sobre su familia. Inclusive me enteré de que mi nieta llegó a ser conocida como la más famosa aventurera de rango A conocida como «Huracán Feroz».
Cabe destacar que la alegría no duró mucho. Tres años después de la primera carta, cuando estaba feliz por el nacimiento de mi bisnieto, el Barón Rosen me avisó de la muerte de mi nieta a causa de una enfermedad. Desde entonces, le pedí que no escribiera más.
Pero por causas del caprichoso destino, no me pude mantener alejado de mi familia mucho tiempo.
«Buenos días, mi nombre es Ligan. Es todo un placer conocerlo, Director Gregory»
Un joven con el mismo nombre que mi bisnieto rodeado por una gran cantidad de espíritus entró en mi oficina. Pensaba que sólo los atraía su personalidad, pero para mi sorpresa, resultó que había hecho un contrato con ellos.
Como si eso fuera poco, traía una carta de recomendación del Barón Rosen conmigo.
En tal carta, me explica que en realidad es mi bisnieto y que es un prodigio que no tiene nada que envidiarle a su madre. Cosa que noté cuando lo vi por primera vez.
Más tarde me enteré por parte de los espíritus que salvó a una alumna de unos maleantes. Había pasado mucho tiempo desde que tuve sentimientos de orgullo como ese día.
Incluso me encargué de supervisar yo mismo la prueba de magia solo para poder verlo en acción.
Para mi sorpresa, casi destroza la barrera de la que estoy tan orgulloso en su primer ataque. Y no solo eso, también puede usar casi todos los elementos incluyendo oscuridad, conocido por ser el más peligroso de todos.
De algo no me cabe duda, y es que jamás olvidaré mi encuentro con mi bisnieto.
POV Anne
Hola, mi nombre es Annerose Rosen, pero mis amigos me dicen Anne.
Cuando era niña, mi mamá murió, lo que significó el día más triste que he vivido, aunque solo tenía cinco años en aquel entonces.
Como mi papá decidió guardar luto a pesar de no tener hijos varones, eso significó que el heredero de la casa sería quien se casara conmigo. Debido a eso, me dijeron que siempre me esforzara por ser una niña ejemplar, para que se casaran conmigo a pesar de solo ser la hija de una casa de barones.
Un día, el tío Albert me dijo que un cambio de aires me haría bien, por lo que me llevó de paseo alrededor de la ciudad.
Debido a mi carácter infantil y la carga que sostenía a pesar de mi corta edad, decidí escapar al bosque por cuenta propia.
El bosque era un lugar aterrador. Se oían ruidos de animales y tal vez de monstruos. Estaba a punto de romper a llorar, cuando…
«No deberías estar aquí, es peligroso»
La voz de un niño me llamó la atención. No lo noté en aquel entonces, pero la mayoría de las personas describirían al niño como un ángel.
«Pero es que mi mamá… mi papá»
Ante lo abatida que estaba, solo podía articular incoherencias. Sin embargo, aquel niño me sonrió dulcemente y me acarició el cabello para calmarme.
«¿Le pasó algo a tus padres?»
«Mi madre murió, y mi padre está muy triste»
Esta vez, gracias a que me ayudó a estar tranquila, pude hablarle de la situación.
«Ya veo, lo siento por tu madre. La mía también murió mucho tiempo atrás, pero siempre me esfuerzo por sonreír y hacer feliz a mi padre»
«… ¿Debo hacer lo mismo?»
«Claro. Siempre debes intentar hacer felices a los demás. A menos claro, que eso impida tu propia felicidad»
Aquellas palabras eran todo lo que necesitaba en aquel momento, por lo que ese niño me ayudó mucho.
«Mi nombre es Ligan, por cierto»
«Yo soy Anne»
Ligan me guio fuera del bosque donde nos encontramos con Albert. Él, que estaba aliviado de verme sana y salva, le ofreció una recompensa. Pero lo que dijo nos sorprendió a los dos.
«No, gracias. No necesito una recompensa solo por ayudar a quién lo necesita. Además, me cae bien»
A pesar de que todavía era joven, fue una de las pocas personas de buen corazón que conocí.
Al llegar a casa, le conté a mi padre sobre lo sucedido, incluyendo lo que me dijo Ligan. Él, con lágrimas en los ojos, se disculpó conmigo.
«Lo lamento, mi pequeña. Parece que tu padre se concentró tanto en lo que perdió que casi olvida lo que tiene. Te prometo que a partir de ahora te daré más libertad y te permitiré escoger a tu futuro esposo»
Estaba feliz de oír esas palabras, por lo que lloré con él. Más tarde, le pedí que me dejara ir a jugar todos los días con Ligan, a lo que al final respondió de forma afirmativa.
Así, diariamente fui a jugar con Ligan. Fueron los días más felices que tuve.
A los nueve, decidí estudiar esgrima, por lo que comencé a practicar con Ligan, e incluso le regalé una espada de madera. Por alguna razón, al poco tiempo después de que comenzamos, me pareció que comenzó a contenerse.
Pero un día, mi padre me dio una terrible noticia.
«Mañana irás a estudiar a la Capital Real, por lo que tendrás que despedirte de Ligan»
Eso era algo que incluso mi padre no podía evitar. Era por ley, después de todo.
Ese día entrené normalmente con Ligan. Tenía planeado despedirme al final, pero…
«¡¡¡¡¡¡GYAAHHHHH!!!!!!»
Nos atacaron los goblins. Esa fue la segunda vez que sentí el verdadero terror. Pensé que todo estaba perdido hasta que Ligan lo derrotó, sin embargo…
«¡U-Uwaaaaaaahhhh!»
Estaba demasiado aterrada para pensar racionalmente, por lo que hui.
Cuando me encontré con Albert, le conté lo que pasó, y él se lo contó a mi padre.
Una vez me calmé, me sentí muy arrepentida. Quería disculparme con Ligan, quería agradecerle todo lo que hizo por mí, quería…
Sin embargo, ya estaba en un carruaje rumbo a la Capital Real.
En la academia, me dije a mí misma que seguiría lo que me enseñó Ligan, por lo que me esforcé al máximo.
Un día, conocí a una chica que pasó por algo similar a mí, aunque era mucho más retraída.
¿Me pregunto si yo hubiera sido así de no haber conocido a Ligan?
La ayudé y nos hicimos las mejores amigas. Una vez, la ayudé a fugarse de la academia, pero…
«¡¿Cómo?!»
Casi fue abusada por mi culpa. Si tan solo hubiera evitado que fuera…
«No te preocupes, estoy bien. Además, conocí a un buen hombre que me ayudó y me dio consejos»
Dijo eso mientras estaba sonrojada. Quién lo diría de la chica que se aleja de los hombres como si fueran depredadores. Parece que conoció a su Ligan.
El día que se realizaron las pruebas de los plebeyos, el director me pidió que me quedara en la puerta para despedir a los que finalizaran. Todo era normal, hasta que…
«Nos vemos de nuevo señorita Mercury»
«Ah»
Un hombre enmascarado saludó a Mercury. Por su apariencia, parece ser de quien me habló el otro día.
«Lamento interrumpirlas. El Barón Rosen me pidió que le entregara esta carta directamente, Lady Rosen»
Pensé que era extraño que mi padre usara esos medios, pero como no parecía mentir, la acepté.
Cuando se fue, Mercury pareció decepcionada por no poder haberle hablado por estar en su mundo.
¡Que chica tan inocente!
Como me mataba la curiosidad y sólo estaba Mercury conmigo, decidí leer la carta en ese mismo lugar. La carta…
Hablaba de un candidato a prometido.
Hablaba de quien me entregó la carta.
Hablaba de aquel que no pude olvidar.
Hablaba… de Ligan.
Especial 1… FIN
Nota de Kurulin: Mil gracias a nuestra editora Rosi.