Las Locuras de Excalibur
El Origen de un Imperio
Me levanté lentamente y miré al Slime, hizo el mismo movimiento, esta vez, estaré preparado.
Empecé a correr, a toda velocidad, mi cuerpo se movía como si no pesara, y a la vez, mis pasos poseían una fuerza brutal, tal que el suelo explotaba en cada uno de mis pasos.
Cuando sentí la distorsión en el espacio, salté hacia el muro, lo pateé y volé hacia adelante mientras veía cómo el ataque del Slime se tragaba otra parte del escenario.
Desenvainé mi espada de luz y como un cometa, caí sobre el Slime, bueno, específicamente a un lado de él, ya que su cuerpo se torció, alejándose de mí.
Sin embargo, mi ataque en picada activó la magia de luz almacenada en mi espada, creando una explosión que emitió rayos en todas direcciones.
Los rayos de luz atravesaron el cuerpo del monstruo, haciéndole agujeros, que se regeneraron de inmediato.
Tan cerca de él, el monstruo no parecía activar su ataque espacial, al parecer eso podría dañarlo a él también.
Cuando saqué mi espada del suelo, múltiples látigos hechos de su cuerpo me atacaron.
Salté hacia atrás mientras cortaba dos, los tentáculos atacaron desde arriba y desde los lados, volví a retroceder, esta vez el suelo explotó creando una nube de polvo, la cual fue atravesada por un enorme látigo azul que cruzó todo el espacio en muy poco tiempo, esquivé saltando hacia un lado, de inmediato corté usando magia de luz, la parte cortada desapareció volviéndose polvo.
-Entiendo…
Si cortaba más de esos tentáculos, entonces su cuerpo se reduciría hasta la nada, esa parece ser una ruta viable, pero larga, hasta que encuentre otro punto débil, tendré que luchar de esa forma… también está la magia que aprendí de los dragones, pero… no quiero usarla, llegué a este lugar y luché con aquella mujer caballero que me permitió pelear con honor, así que terminaré esto con honor, aunque esté al límite, se lo debo a esa mujer.
Aunque pensaba todo eso, el latigo rebanado volvió a su cuerpo principal, la nube de polvo se disipó y la sensación de peligro hizo que mi piel se erizara.
El Slime tenía múltiples agujeros en su cuerpo… y… el área total del espacio distorsionado cubrió toda la mitad del escenario en la que yo estaba.
No tengo objetos consumibles, no quiero usar magia, solo puedo valerme de mi fuerza de voluntad y mi poderoso cuerpo mejorado.
Así que salté, hacia arriba, hasta el techo, ahí, había un espacio pequeño que no se vería afectado por el ataque.
Me aferré al techo, clavé mi espada y mis pies para no caerme.
Unos segundos después, casi todo el escenario desapareció.
La pared donde estaban las escaleras, las paredes laterales, partes del piso.
En un instante, el paisaje exterior al castillo podía verse ya que no habían paredes, y debido a eso mismo, el techo crujió.
Sin soporte, el techo se desplomó, conmigo bajo él.
El impacto del techo hizo que el suelo colapsara junto a él, conmigo en medio.
Solté mi espada y usé todo mi poder para levantarme, cuando mi cabeza salió del techo por entre los escombros, vi cómo caía hacia el gran jardín donde luché contra los dragones.
Terminé de sacar mi cuerpo del techo y salté en línea recta de nuevo al escenario de la batalla contra el Slime.
Al llegar, pude sentir las vibraciones del impacto de los escombros, miré hacia abajo y una gran nube de polvo y escombros se esparcía por todo el jardín.
Levanté la vista y el Slime estaba intentando hacer ese movimiento otra vez.
-¡Estás loco! ¡Hacer eso es una estupidez!
Destruiría el castillo a este paso.
No le permitiría hacer eso, llamé a mi espada y la levanté al cielo, las esferas de luz como burbujas me rodearon, esta vez, también habían esferas de luz negras y rojas, las esferas negras eran tan profundas que consumían la luz a su alrededor y las rojas parecían incinerar el aire que las rodeaba. Estas esferas rojas y negras eran mi propio poder mágico, estaba inyectándole a mi espada mi propio poder en forma de magia de luz.
-¡Comete esto!
Cuando la magia y la energía de luz se unieron a la hoja, bajé mi espada y empujé en una estocada hacia adelante, en ese momento, el monstruo liberó su ataque.
Por un lado, mi rayo de energía de un rojo-negruzco con destellos dorados, y en el otro extremo, el espacio distorsionado de forma salvaje del Slime.
Nuestros ataques se encontraron, pero el mío fue más débil, el espacio distorsionado dejó que mi rayo de energía cruzara, para luego desaparecer, a escasos metros de su cuerpo principal.
Nuestros ataques se cancelaron el uno al otro y no hubo daños adyacentes.
Sin esperar más, me disparé hacia adelante, bajé mi espada por detrás de mí mientras corría.
Cuando me acerqué lo suficiente, el Slime liberó múltiples tentáculos que venían en línea recta hacia mí.
Corté hacia adelante desde abajo, liberé mi magia y el corte dibujó un arco de luz que consumió todos los tentáculos, y, a pesar de haberse convertido en cenizas, los tentáculos recibieron más masa del cuerpo principal, por lo tanto siguieron su camino y me atacaron.
Mi hombro derecho sufrió un impacto, creí que me arrancaría todo el brazo, pero para mi sorpresa, el golpe solo me tiró al suelo, en el suelo, el Slime envió sus tentáculos y empezó a golpearme sin parar.
Los golpes eran tantos y tan fuertes, que, me hundieron en el suelo.
El polvo y los escombros me cubrieron, el dolor era agudo, pero no como la etapa final de mi última batalla.
El Slime cesó su ataque, me puse de pie de un salto.
Salté hacia un lado para ver cómo el enorme látigo se clavaba en el lugar donde acababa de estar.
Pude ver cómo el agujero que hizo llegaba hasta el jardín, tomé la oportunidad y corté horizontalmente, deshaciéndome de una buena porción de masa azul.
Cuando hice eso, un grito como el de dos metales chocando me obligaron a taparme los oídos, de repente, sentí un golpe en la cara, no, en todo el cuerpo.
El Slime se había inflado, empujando mi pequeño cuerpo varios metros, para luego volver a nuevo tamaño.
Su constitución original era casi de 20 metros, ahora, apenas superaba los 10 metros.
Lo miré con expectación, su cuerpo constantemente se retorcía y giraba, hacía formas extrañas o se llenaba de púas.
¿Acaso perdió la razón?
De repente se detuvo, y se dividió, lentamente formó dos Slimes azules de cinco metros cada uno.
Cuando terminaron de dividirse, extendieron seis tentáculos cada uno, cuatro formaron patas y dos se quedaron arriba, doblados hacia mí.
Y en un instante, uno de los pequeños Slimes saltó hacía mí. Su cuerpo redondo flotó cómo si no pasara nada, al estar a dos metros sobre mi cabeza, lanzó sus tentáculos contra mí, salté hacia adelante esquivándolos.
Los tentáculos se clavaron en el suelo detrás de mí, pero no se detuvo, en un parpadeo, su cuerpo se trasladó de estar en el aire, a estar en el suelo donde sus tentáculos estaban clavados.
Con un Slime de 5 metros detrás de mí, sentí el peligro.
Dos tentáculos veían hacia mí desde mi espalda, pero eran distintos, la punta estaba retorcida como taladros.
Esquivé uno, pero el otro se clavó en mi muslo como si la armadura fuera de papel; al traspasar mi carne, el tentáculo envolvió mi pierna, me atrapó.
Como un simple muñeco, el Slime me golpeó una y otra vez contra el suelo, perdí mi espada en el segundo golpe, y después del octavo, mi cabeza estaba demasiado desordenada, tanto que quería vomitar.
Traté de ponerme en pie, pero otros dos tentáculos taladro me clavaron al suelo atravesando mi hombro izquierdo y mi estómago, pude sentir el crujir de mi columna siendo despedazada.
-¡! -Un grito fue ahogado por la sangre que salía de mi garganta.
El Slime no hizo ningún movimiento más, se quedó quieto… eso me llenó de terror.
En mi dolor, recordé al otro Slime, giré mi cabeza y lo vi a lo lejos, no se había movido, lo que me inundó después fue la extrema sensación de peligro y eso me dejó pensar ordenadamente.
Escritor y Editor: BryanSsc