A Kingdom Of Unfortunates – Volumen 1 – Capitulo 25

A Kingdom Of Unfortunates – Volumen 1 – Capitulo 25

Capítulo 25: La caída parte 1

 

Los miembros de la familia ducal estaban boquiabiertos. A pesar de ser de rangos de nobleza mucho mayor que el joven caballero que estaban viendo luchar, este rango no había sido ganado en batalla, ninguno de ellos sabía nada más que la esgrima más básica, incluso si nivel de habilidad no superaba el 3 (novato) y sus niveles relacionados con el camino de la espada eran apenas de nivel 2.

Esta batalla, era la primera que veían en toda su vida y estaban espantados, pensando en lo que sucedería si el Sacro Imperio, entrara en guerra total, ya estaban imaginándose a sí mismos teniendo que cabalgar al campo de batalla, con las milicias reclutadas, como serian masacrados por guerreros experimentados y, por primera vez en toda su vida, sintieron miedo.

Se miraron los unos a los otros en un acuerdo tácito, un pacto entre cobardes. Una vez más vieron el espejo ilusorio, pero todo lo que vieron fue un espacio gris…

  • “Venerable anciano que significa esto?”-

Le preguntaron, pero el anciano estaba completamente estático, como una roca. No podía verse ni un vestigio de movilidad en su ser, cuando la familia ducal se acercó a él, lo tomaron con furia del hombro

  • “¡¡¿Venerable anciano, se atreve a no responderle a un miembro del ducado Evrom?!!?!?!”-

Grito el más joven entre ellos, pero apenas comenzó a hacer fuerza en contra del decrepito anciano este se desplomo como una bolsa de carne… aterrados miraron a su alrededor, solo para ver todo el lugar lleno de cadáveres, sus sirvientes, las criadas, incluso los soldados estaban muertos, sus cuerpos destrozados. En las paredes podían verse los rastros de espadazos, tan firmes y profundos que parecían más los ataques de una bestia que los de un humano. Por otra parte, un buen número de cuerpos no tenía marcas de armas, más bien parecían zarpas, y muchos más tenían trozos arrancados, como si una bestia salvaje hubiera entrado y en lugar de comer los cuerpos, se hubiera divertido desfigurándolos. En las paredes restos que parecían ser humanos estaban “decorando” el gran salón, enormes manchones de sangre formaban un gran bosquejo, algo parecido a un cráneo, pero igual a nada. Mirando a su alrededor notaron un cuerpo que estaba en notable mejor estado que el resto. Era un anciano de lo que estaban ayudando a mantener el hechizo funcionando, se acercaron cautelosamente, con una atención que sobrepasaba con creces la que ponían en los cuerpos de las mujeres que tomaban cuando patrullaban en los barrios bajos, más que el que ponían en cada uno de los contratos de construcción que luego tergiversaban como les placía.

Al acercarse, pudieron notar leves rastros de movimientos e inmediatamente se apresuraron, ignorando por completo un hecho muy simple.

Al llegar a su lado le sacudieron desde el hombro, intentaron hacerle entrar en razón. Pero lo único que consiguieron con sus acciones fue que el cadáver cayera desplomado, como si una presión invisible hasta ese momento de repente ejerciera toda su fuerza.

Tap, tap, tap, tap, sus pasos nerviosos eran lo único que sonaba en la enorme habitación.

Con pánico se movieron lentamente, como si tuvieran miedo de que el responsable de todo esto siguiera por allí, pero en ningún momento se les cruzo por la mente, que alguien capaz de hacer todo esto frente a sus ojos sin que lo noten para nada, no necesitaba más que el sonido del latir de su corazón para poder encontrarlos. Para cuando se encontraban cerca de la puerta principal, el más viejo trastabillo y por unos pocos segundos estuvo cerca del cadáver de una criada…

  • “HIIII!!!” –

Un sonido tan impropio de alguien de tal nobleza, fue lo único que les paso por la cabeza al resto de la familia ducal… pero a pesar de encontrar lamentable el estado de su ancestro, ninguno se aproximó a ayudarlo, más bien aprovecharon el breve momento de su distracción para irse más rápido de lo original, como si el hecho de que el anciano hiciera ruido podría asegurar que el autor de la masacre no se fijara en ellos.

Finalmente lograron llegar a las puertas que frenéticamente golpearon, maldiciendo y exigiendo que las abrieran. Solo para encontrar silencio del otro lado.

Pronto sonidos guturales comenzaron a oírse de fondo, lentamente se dieron vuelta solo para encontrar a su ancestro mirándolos con ojos llorosos y llenos de desesperación ante la criatura que tenia enfrente. Sin importar que tan alejados estuvieran de la realidad o de la sociedad común, incluso el mas tonto de los nobles del Santo Imperio sabia de la existencia de tales criaturas, las cuales no deberían poder estar en un templo como este debido a su concepción como lugar santo. Vieron con horror como los símbolos en sus paredes y los colgantes que llevaban no parecían afectar al ser.

Un ser aberrante que rápidamente se lanzo encima de su ancestro separando su cuerpo, una separación brutal, que no dependió en ningún punto de las afiladas y negras garras que tenia el ser, sino de su pura fuerza física. El ser utilizo la punta llena de espinas de su cola para levantar a lo que solía ser su ancestro, rápidamente se llevo la cabeza a su boca, que se separo aun mas de lo que una mandíbula humana podría lograr y revelo hileras de filosos dientes.

Una vez la cabeza estuvo en posición el cerro con tal fuerza, que apenas pudieron oír los huesos, órganos y carne fundirse en una masa uniforme dentro de la boca del ser. La criatura continua con su festín desfrutando de cada parte del cuerpo del anciano frene a su progenie. Solo cuando termino su comida volteo sus 6 pares de ojos hacia los hombres.

Pero para su sorpresa no se abalanzo sobre ellos. Con sus grandes garras delanteras fue retrocediendo poco a poco, hasta desaparecer en la oscuridad, los hombres espantados renovaron esfuerzos intentando salir de esa habitación, una habitación llena de olor a acre, mierda y orín. Pronto oyeron nuevamente el gutural gruñido, aterrados intentaron con mas fuerza, el mas joven de ellos parecido recordar que tenia cierta aptitud mágica e intento quemar la puerta.

Con el fuego expandiéndose por la gigantesca puerta de madera ellos salieron corriendo, creyendo que la criatura se quedaría dentro y… milagrosamente moriría por el fuego de unos meros humanos.

Pronto vieron que no solo la criatura estaba saliendo del edificio, sino cientos de ellas, una bestia no-muerta conocida como Zhatka, una que sucede muy raramente cuando una gran cantidad de personas mueren en una zona cercana. Son raras por que normalmente lo más poderoso que podría surgir de un lugar como ese tembló era un lich o un comandante no-muerto. Pero esta bestia era varias veces mas fuerte que incluso un Elder lich, o un general no-muerto.

Pero eso no fue lo mas preocupante. Pronto vieron una multitud de esqueletos y zombis ser vomitados por cualquier puerta o ventana del edificio, una enorme multitud de seres que empezaron poco a poco a borrar la ciudad que solía considerarse, la segunda capital del Santo Imperio.

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1 mes antes. En el salón de la casa de Hero, en la zona de gobierno de la capital Confederara Pozedmy Gorod.

Un hombre de armadura negra y dorada, con una larga cabellera carmesí y piel morena fumaba un cigarrillo mientras veía frente suyo a un hombre de mediana edad con una corona que parecía tener espadas en miniatura como picos. Pensó unos momentos en la propuesta que había escuchado de ese hombre, tomo una gran bocanada de humo y miro al techo.

Luego de haberle regalado la habilidad de rango S (Bendición del Dragon ancestral) este hombre solicito una audiencia formal y en privado.

“Así que a cambio de dejarnos el completo control de la zona sur del Santo Imperio y las 3 Ciudades allí presentes, quieres que la Confederación luche como aliado en la guerra que aun no te declaran, ¿pero aseguras que lo harán?”.

El hombre de mediana edad no era otro que Leonido, el rey del Reino Meredico. Habiendo visto el potencial de una la alianza con alguien capaz de regalar algo tan valioso como una habilidad Rango S y siendo consciente de que las milicias pobremente equipadas y mal entrenadas de las que disponía no serian suficientes contra el ejercito profesional del Santo Imperio, decidió que la mejor opción sería obtener apoyo militar de el extranjero. Como al norte el Reino de los Hombres-bestia (Roll´Nor) continuaba en su guerra contra los elfos y sujeto a las limitaciones geográficas en las que se encontraba su reino, fue con la opción que más segura le parecía.

 

Hero lo miro con un extraño brillo en sus ojos y con una voz potente y feliz dijo

-Por mi parte estaría encantado de hacerlo, pero si quieres el poder militar de la Confederación, deberás convencer al Consejo de Legados-

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