La Sonrisa de Lázaro Capítulo 43: El salón de guerra

La Sonrisa de Lázaro Capítulo 43: El salón de guerra

 

Punto de vista de Hel

Cuando estaba cerrando los ojos para disfrutar de un sueño, varias notificaciones del sistema tomaron mis pensamientos.

[ Tu facción ha desarrollado «Sed de sangre (ínfima)»]

Sed de sangre (ínfima)

Deseo de sangre que se apodera de la mente cuando no se ha arrebatado cualquier vida consciente, en cierto tiempo. Esto ocurre cuando una facción mata a otros seres sin la necesidad de alimentarse.

Tiempo para ser dominado por el deseo de matanza (1 mes)

Realmente no importa, es una pasiva común y solo es molesta cuando llega a ser severa o en rangos más altos, por ahora solo con matar cualquier insecto del suelo sirve para suprimirla, aunque estoy seguro que subirá con el tiempo.

Bueno ese problema lo dejare para el futuro.

Sin tener más notificaciones, era el momento perfecto para regresar a mi plan anterior, pero como era de esperar, no tenían intención de dejarme dormir.

– Ya estoy aquí … – La voz de Luneth sonó por la sala, tras el ruido de las puertas, pero lo que ellos no escucharon y yo sí, fue el sonido de su zapato resbalando.

En un instante, ella perdió el equilibrio, su cabeza iba a dar contra el canto de la mesa, digo iba porque instintivamente, mis cadenas se abalanzaron y la agarraron, más de 2 metros de cadenas que la envolvieron por la cintura y la paro en seco.

Pude notar el asombro de los presentes, aunque no sabía el porqué, si fue por mi o por la casi lesionada sacerdotisa.

Siendo así, retraje mis cadenas y me volví a preparar para dormir.

Punto de vista de Gwent

Hel se había sentado en la silla y no hacia ningún ruido, bueno mientras este aquí se puede decir que está haciendo su trabajo como guardaespaldas, podía ver como Leva estaba molesto, pero no podía hacer nada, es cierto que él nos había amenazado, pero él estaba en su capacidad de hacerlo, era el más fuerte de la sala y yo no creo que sean palabras vacías, todos los que estábamos en la sala del trono ese día lo presenciaron.

Bueno dejando eso de lado, tenemos que llegar a algún tipo de conclusión, los exploradores en el norte y el sur han detectado algunos movimientos pero nada significativo, lo cual me preocupa, el océano está tranquilo, no ha habido avistamientos de enemigos en las cercanías y el cielo igual.

Solo queda el este, pero con el bosque entre nosotros estamos seguros.

Entonces que pueden hacer, por donde atacarían, puede ser que preparen un gran ejército de miles, pero no tenemos recursos que valgan la pena para justificar el gasto de tantos recursos en mantener tal ejército, también tenemos el pacto con el tercero, siendo así no podrán contratar sus mercenarios para un ataque, ¿entonces qué?

Sumida en mis pensamientos pude ver como la puerta se abría, como de costumbre, Luneth se había vuelto a retrasar, ella suele estar en el templo de la luna, donde se celebran bodas, se curan heridos y se preparan a las sacerdotisas y próximamente, paladines si puedo alcanzar el próximo nivel de ciudad, ella como la líder espiritual tiene mucho trabajo.

Justo tras saludar, ella se tropezó. Perdiendo su equilibrio y casi fue entonces cuando sin ningún sonido, las cadenas de la espalda de mi algo maleducado guardaespaldas, le envolvieron la cintura y pudieron detenerla de hacerse daño.

En este momento, puedo decir que él ha conseguido aliviar las preocupaciones de los presentes en un único acto, no sé si es calculado o inconsciente, pero el hecho de evitar este accidente demuestra de que no le gusta ver sufrir a otros o por lo menos no ahora.

Como no, la más sorprendida fue Luneth, sabía que ella les tenía un fuerte temor a estos seres, pero sobre todo al señor Hel, según ella, es por su esencia, una que era realmente aterradora, pero ahora, este ser tan terrorífico le había salvado de un buen golpe.

Su cara paso del blanco del susto, a un tono más rosado cuando pudo procesar lo ocurrido.

– Muchas gracias señor Hel – La respuesta de Luneth a la situación fue la esperable, por mucho miedo que le tengas, es normal agradecerle, aunque Hel no le respondió ni se me movió en absoluto.

Viendo la carencia de respuesta, Luneth no parecía importarle, asintió y se dirigía a nosotros.

– ¿Siento mucho el retraso, entonces, habéis descubierto como van a moverse o tenemos algún nuevo reporte? –

Nosotros negamos con la cabeza.

– No entiendo que planean esas molestas tortugas, no tienen la menor posibilidad, en el caso de querer montar ese gran ejército, el cual llegamos como la conclusión más factible en la reunión de ayer, solo podría ser para buscar gloria, ya que no tenemos tantos recursos, somos un centro de comercio, pero no somos capaces de exportar, las perdidas por la importación se suplen con nuestra producción de metales y azurita, pero aun así solo conseguimos suficiente para no terminar perdiendo de más – Las palabras de Leva eran las correctas, el único beneficio de atacarnos con un gran ejército, es por el honor, seguro que en la tierra darían un gran espectáculo y con ello ganarían dinero por las retransmisiones y la publicidad.

– Pero eso también es extraño, los jugadores bajo nosotros no nos han informado de ninguna noticia importante recientemente publicada por el caparazón negro. Siendo así es extraño, normalmente, como en el caso de Tilum, las noticias surcarían la red durante días, para alertar a la población del gran show y así atraer a la mayor cantidad de espectadores – Mientras estábamos pensando, la voz de Hel resonó en la sala, por alguna razón parecía molesto.

– Porque sois tan cortos de mente, ¿nadie ha pensado en la posibilidad de que sea una misión? – Fue como una luz, nadie había pensado en algo tan simple, esto es un juego en su base, tan cercano a la realidad, sobre todo para nosotros los reencarnados, que perdí su esencia.

Ellos habían obtenido una misión, solo eso explicaría el malgasto de recursos, si el sistema tiene una gran recompensa, entonces qué más da unos miles de soldados.

Mas para un jugador.