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Capítulo VII

 

Rápidamente te volteas para ver lo que pasa, después de voltear a todos lados de forma errática encuentras la fuente del grito, viene de una de tus vecinas; una joven que conoces desde hace algunos años con quien sueles cenar y conversar cada tanto, de pelo marrón y ojos ámbar, de complexión redonda,no es gorda, pero definitivamente tampoco es delgada, si no te equivocas tiene unos 29 años; y está siendo atacada por varios de esos maniáticos, 4 de estos en total.

Tu vecina está gritando de dolor y terror, desesperadamente llamando por ayuda, ella está tumbada en el piso defendiéndose como puede de los cuatro “infectados” que la están atacando. 

Tu solo estás paralizado, no sabes si debes intentar ayudarla, o mejor dicho, sabes que lo correcto sería ayudarla pero no puedes reunir las fuerzas para hacerlo, tu conciencia está gritándote en la mente alentandote a ayudar, pero tu instinto de supervivencia te grita que no puedes ganar contra cuatro de esas cosas, apenas y pudiste con una, aunque… Hay algo más en tu mente… algo que te susurra sutilmente mientras trata de convencerte, un susurro tan suave y subliminal que apenas eres capaz de percibirlo conscientemente, te dice que la dejes a su merced, que “ellos” no son un peligro,  ese susurro tiene dos efectos poderosos, los cuales están en conflicto directo entre sí, el susurro te calma y te hace sentir conforme al mismo tiempo que te inquieta y alarma.

Solo tienes una cosa clara, ese pequeño susurro no proviene de tu propia mente, al menos no del todo, viene de algo más, algo que posiblemente no debería de estar ahí.

Mientras estás enredado en tus pensamientos de duda, tu vecina repentinamente voltea a verte, parece que finalmente se ha dado cuenta que estas ahí, su rostro muestra miedo, cansancio, desesperación y esperanza,ella está mirandote directamente a los ojos mientras suplica silenciosamente por ayuda.

Eres incapaz de apartar la mirada, la culpa te consume, sabes que no podrías ayudarla incluso si lo intentaras, no tienes ni la fuerza ni el valor necesario.

Te quedas mirando, no puedes forzarte a hacer nada más, sólo puedes mirar, mirar mientras ella es destrozada, mientras los “infectados”dejan largas marcas en su cuerpo con sus uñas, mientras muerden y desgarran la piel de sus brazos, mientras rompen y arrancan sus ropas intentando someterla, mientras fracturan sus piernas para dejarla inmóvil, mientras intentan ahorcarla para matarla, mientras ella suelta alaridos de dolor que retumban por todo el lugar, mientras ves que la sangre gotea de sus heridas, mientras todo eso pasa no puedes hacer nada más que mirar.

La escena es horrible de mirar pero no puedes dejar de hacerlo, no sabes que está obligandote a seguir viendo, ¿Miedo?, ¿Horror?, ¿compasión?, ¿Impotencia?, ¿Desesperación?, ¿Morbo?, ¿Cobardía?, ¿Debilidad?, ¿Todo esto a la vez?

Un potente grito repentinamente corta el ambiente, no puedes ver quien o que lo produce, pero si sabes que no es humano, al menos no del todo, suena como una persona tratando de reproducir el rugido de algún animal salvaje pero con una fuerza enorme, además aunque no suena como ningún idioma que conozcas puedes “sentir” que no es simple ruido, como si quien gritó estuviera tratando de enviar un mensaje o un llamado.

Los cuatro “infectados” que estaban atacando a tu vecina también reaccionan de esa manera al grito, aunque ellos parecen entender lo que significa, rápidamente los 4 corren en la dirección de la que proviene el grito mientras empiezan a gritar en conjunto, como si intentaran responder al llamado, dejando a lo que queda de tu vecina tirado en el suelo.

Te quedas parado por un momento mientras observas a los cuatro infectados hasta que giran en una de las calles y los pierdes de vista, luego corres hacia tu vecina, quien permanecía inmóvil en la calle.

Cuando alcanzas a tu vecina te agachas para poder checar sus signos vitales, hace un par de años tomaste un curso de primeros auxilios, pero no puedes sentir ningún pulso, tampoco hay signos de respiración, normalmente empezarias con RCP, pero incluso sin ser médico sabes que no hay forma de salvarla, el haber tomado los signos fue más por impulso que por necesidad, solo con verla es claro que esta muerta.

Sus brazos están desgarrados y ensangrentados, sus piernas están llenas de moretones y prácticamente partidas a la mitad, apenas siendo sostenidas por piel y carne, su cuello y rostro tienen un color azulado, significativo de asfixia, gran parte de su ropa ha sido desgarrada y arrancada de su cuerpo, apenas quedan un par de jirones en las mangas y piernas, tanto su estómago como su pecho están descubiertos revelando incontables marcas de rasguños, algunas tan profundas que han perdido toda la piel, dejando solo un desastre ensangrentado a la vista.

Al estar arrodillado frente al cuerpo de tu vecina, la duda, el arrepentimiento y la desesperación te abruman, ¿Podrías haberla ayudado? ¡Pero habrías muerto en el intento!, ¿¿Cierto??, no había nada que podrías haber hecho ¿O si?

Poco después escuchas nuevamente un grito, similar al anterior pero con diferente “tono” o “sentimiento”,  si el anterior era un “llamado” este sería una “orden”,  una orden para matar.

Tan solo un par de segundos después del grito escuchas decenas de voces replicando el mismo ruido, para luego escuchar algo similar a una estampida, la gran mayoría de los sonidos parecen estar alejándose pero una gran cantidad de ellos parece que se está acercando rápidamente.

Rápidamente recoges tus cosas y te preparas para correr, mientras agarras todo encuentras una mochila en el suelo, puede que haya sido de tu vecina, sin pensarlo dos veces agarras la mochila y empiezas a correr en dirección a la columna, el haber ido a checar a tu vecina te alejo alrededor de 100 metros de la base de la columna, por lo que no debería tomarte más de 20 segundos llegar corriendo, incluso con el peso de las dos mochilas.

Conforme corres escuchas a la estampida acercándose, mucho más rápido de lo que esperarías de un montón de personas corriendo, definitivamente más rápido que tu, no te atreves a voltear por miedo a caerte y ser atrapado, te obligas a correr con todas tus fuerzas hacia el elevador.

Cuando finalmente llegas a la base de la columna entras rápidamente al elevador, pero cuando presionas el botón para ir a la superficie este no se mueve, presionas el botón una vez más pero el elevador no reacciona, mirando a tu alrededor para ver que podría estar causando la falla vez la pantalla integrada del ascensor, en ella aparece un mensaje diciendo:

 

  • Se ha detectado una crisis de magnitud ##/12, tal nivel es superior al máximo nivel de servicio según las regulaciones de seguridad, por lo tanto el elevador no estará disponible para el transporte de ningún individuo o vehiculo-

 

Si el elevador no funciona tendras que usar las escalera de emergencia, lo cual es simplemente desastroso, incluso las columnas cercanas al borde del subterraneo miden mas de 300m en altura, esta tiene poco más de 450 m, ¿Como podrias subir todas esas escaleras?, tiene que haber otra manera… ¿Cierto?

Luego recuerdas las subidas en los bordes del subterráneo, el subterráneo tiene la forma de dos frisbee, uno encima del otro, por lo tanto los bordes estan mucho mas cerca de la superficie y el techo es más bajo que en el centro, aunque si vives cerca del centro aún podrías llegar al borde si te apresuras corriendo.

Sales del ascensor e intentas orientarte para ir al borde más cercano, pero antes escuchas como la estampida se acerca peligrosamente a ti, más rápido de lo que podrías correr de ella, ahora incluso corriendo no hay forma de que puedas llegar al borde antes de que te alcancen.

Todo lo que puedes hacer es aprovechar la ventaja que tienes y subir rápidamente las escaleras, empiezas a subir las escaleras con urgencia, aunque no se te nota, apenas y estas subiendo más rápido de lo que lo harías normalmente, eres consciente que si te cansas subiendo terminarás por caerte o desmayarte antes de llegar a la superficie, por lo que tienes que guardar todas las fuerzas que puedas.

Subes alrededor de tres pisos de escaleras seguidos antes de reducir un poco el paso para descansar un poco sin detenerte, miras a la distancia, el subterráneo se ve increíblemente desolado y aterrador bajo las luces rojas de emergencia, es completamente diferente de la vista que usualmente tenías cuando subías en el ascensor.

Pero la vista ya de por sí horrorífica es empeorada por la visión de la estampida, a unas cuantas calles de la columna puedes ver la estampida que estabas escuchando, esta conformada por alrededor de 70-110 personas, y está invadiendo todas las casas que se encuentra en camino a la columna, a la distancia parece una operación casi ordenada, unas cuantas personas entran a las casas por la fuerza para luego salir, de vez en cuando cargando las personas que se encontraban dentro, otras veces salen la misma cantidad de personas que entraron, posiblemente por que la casa estaba vacía.

Las personas sacadas de sus casas son luego atacadas por varios miembros de la estampida, aunque ahora sería mejor llamarla “horda”, luego los miembros de la horda se reúnen con el resto, dejando atrás cuerpos inmóviles. Aunque hay muchas otras cosas pasando es dificil ver mas detalles a esta distancia, pero una cosa es segura, se están dirigiendo hacia la columna…