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Cap 12 El exilio inminente.

Junto a la compañía mercurio volvimos a Maraduque, lo difícil fue la velocidad… el bergantín puede verse glorioso y fuerte, pero es lento y no tiene armas de largo alcance.

Tal vez en este mundo es un navío a tener en cuenta pero para mí es solo algo muy tosco y obsoleto que dificulta la rapidez operativa.

Por otro lado Cecilia resulto ser una agradable persona, se preocupa mucho por su tripulación y su navío, pero no dudaría en desechar el barco por el bien de los tripulantes, tal vez tenga un corazón amable y eso no sea lo ideal en estas condiciones, pero es su forma de ser.

Al ver desde otra perspectiva el manejo de un navío considerado mediano, pude notar que el exceso de personal era algo inevitable, después de todo solo virar en alguna dirección requería reacomodar las velas y fijar los cabos firmemente así de exigente se es con estos viejos navíos.

Tras nosotros la goleta capturada estaba siendo tripulada por los esclavos aún tenía unos pocos problemas de coordinación y su velocidad era relativamente reducida por daños ligeros en las velas, por fortuna el casco estaba intacto.

Los soldados capturados del Imperio yacían atados en el bergantín, sería realmente tonto dejarlos con los esclavos que no tenían el conocimiento ni las armas para defenderse de soldados profesionales, aun si estos están desarmados.

Poco a poco el viaje progreso, monótono y aburrido, en estos momentos es cuando desearía hacer algo al respecto pero no hay nada que pueda hacerse para eliminar al aburrimiento, un balazo no puede matarlo después de todo.

-M-maestro ¿Cómo está su herida?-

-¿Herida? Oh está bien, fue muy leve… aun así Kiela ¿Por qué tomaste el RPG?-

-B-bueno, maestro dijo que podía utilizarse.-

-Fue peligroso, debes ver que no haya nadie detrás cuando lo utilices y apuntar con cuidado.-

-Yo… yo lo entiendo, Kiela tendrá más cuidado de ahora en adelante con ese arma.-

Personalmente no me molesto que lo utilizara, pero su seguridad es lo más importante de todo, pueden haber miles de personas y semi humanos, pero solo tengo dos pumas alvinas y una cierva, no puedo permitir que muera ninguna, respecto a los chicos… lo hacen bien, no tengo que preocuparme.

Por otro lado los semi-humanos que fueron esclavizados en su mayoría eran dogkin y Catkin probablemente sus aldeas fueron las más alejadas de la ciudad y por lo tanto las presas más fáciles para estos soldados, claro que venderlos produciría ganancias y por tal razón tomaron todos los que pudieron. Por fortuna para mí, estas personas ahora son potencial de guerra.

Un día y medio tomo volver a la ciudad, el puerto hoy abundaba en mercaderes y escoltas, aunque era algo lógico, sin los barcos del imperio azotándolos, es momento de aprovechar la escases y llenar el mercado de golpe, el primero en hacerlo sería quien se lleve la tajada más grande.

En puerto, un par de rostros conocidos aguardaban a nuestro desembarco, el líder del gremio y la recepcionista grosera, sí… no me aprenderé sus nombres.

Luego de detener al Venganza y amarrarlo fuimos llamados por este singular par que aguardaban con una sonrisa. El Setter que portaba a los soldados capturados había amarrado a poca distancia de nosotros, el calado del Bergantín le permitía tocar puerto en aguas no demasiado profundas.

Y la goleta esta exactamente detrás de nosotros, ya que no había problemas con la maniobrabilidad del Venganza no importaba siempre y cuando haya un pequeño espacio para poder salir, después de todo es esa clase de embarcación, Su agilidad lo es todo.

-Bienvenido, ¿Qué noticias traen?-

-Hola… primero que nada, ¿Qué hacen aquí?-

-Es grosero contestar una pregunta con otra pregunta.-

-Me da igual, ¿Qué hacen aquí?-

-Santo cielo… en fin, el gremio está muy interesado en este tipo de asuntos, vender información al país es una de las formas de obtener presupuesto.-

-Ya veo, ¿Cuánto hay para mí?-

-¿Cómo dices?-

-Que no voy a entregar nada o decir nada si no me pagan.-

-T-tu… ¡¿No entiendes el beneficio a tu país?!-

-Este no es mi país, de hecho no tengo apego alguno por ningún país, podría irme si quisiera y llevarme todo lo que he adquirido.-

-¿Aun si te desvincula del gremio?-

-Creo que sabes que cualquier país pagaría una buena suma por tenerme de su lado.-

-Tch… tu desgraciado.-

-M-maestro del gremio, no lo haga difícil…-

-Tienes razón Sheila.-

¿Sheila? Esta recepcionista se llamaba Sheila… tiene nombre de zorra.

-Bien chico, hagámoslo sencillo para ambos, el reino exige la información a nosotros y por lo tanto a ti también, no podemos hacer mucho al respecto, se nos pagara pero es un asunto que el gremio mismo maneja, no podemos pagarte más que por la misión que completaste.-

-Correcto, en ese caso solo págame y me iré, no daré nada si no me pagan adecuadamente, una cosa es la misión y otra cosa es la información extra. Me dan igual sus problemas.-

-Eso nos meterá en un gran problema.-

-Por fortuna, no es mi problema.-

-Es tu problema siempre que vivas en esta ciudad, ¿Crees que lo dejaran pasar por que un altanero mercenario no quiera hablar?-

-Oh… así que se resume así vivo en la ciudad eh, buen dato. En ese caso me iré y tomare una isla algo alejada, podría venir de vez en cuando para tomar alguna solicitud o comprar, aunque también podría ir a ciudad escudo claro que me tomaría más tiempo.-

-¡¿Qué estás pensando hacer que?!-

-Ya lo dije, me dan igual sus problemas…-

Mientras discutíamos un grupo de cuatro soldados y un tipo montado a caballo con ropa vistosa se acercó al puerto con muy mala cara.

-¿Este es el mercenario? Es un poco bajo de altura… me lo imagine más… imponente.-

-¿Quién demonios es este?- dije sin contenerme.

-¡T-tu! ¡Muestra respeto a Su Majestad el Duque!- grito un soldado que estaba frente al duque como guardaespaldas.

-Eh… así que es un Duque, ¿hermano del Rey o pariente de la familia real?-

-Así es, el Rey es mi hermano mayor, por supuesto que es normal para alguien corriente conocer a mi ilustre persona.-

-¿Qué necesitan?-

-Ah sí, he oído sobre un mercenario que capturo a los piratas y su embarcación, también sobre su extraña nave, vengo a ordenarles que entreguen todo incluso su nave en el puerto privado de mi residencia.-

-¡Y una mierda! ¿Qué diablos estás pensando? ¿A caso eres idiota? No voy a entregarte nada así de fácil, si quieres la información paga por ella, si quieres a los soldados del imperio que capturamos, paga. Las naves no están a la venta.-

-¡HMPF! Plebeyo insolente… ¡Soldados!-

Cuando comenzaron a avanzar tome mi pistola glock y situé el selector en “auto” y dispare una ráfaga a las maderas del puerto, claro una advertencia es necesaria, el poner a los idiotas en su lugar es la responsabilidad del que tiene mayor conciencia.

-Deténganse justo ahí, no quiero asesinarlos a todos… personalmente me disgusta la matanza innecesaria por lo que les pido que retrocedan. No me importaría matar al hermano del rey si me estorba así que téngalo en mente.-

-¿Eso se supone que es una amenaza?-

-No lo es, las amenazas rara vez se cumplen, esto es una advertencia… si tratas de meterte conmigo o mis conocidos te matare a ti y a todos los soldados que traigas contigo.-

No termine de finalizar la frase que ya estaba levantando la pistola para apuntar la cabeza del duque en advertencia.

-No se te ocurra moverte.-

A mi lado Esfir sostenía su glock sobre la cabeza del jefe del gremio, este parecería que iba a intentar arrebatarme el arma de mis manos, Esfir lo vio y lo detuvo, sobre el Venganza Tom y Pitt sostienen sus Vector contra los soldados, Kiela tomo de nuevo el RPG aunque si dispara probablemente también nos dañaría a nosotros, pero el factor intimidación es esencial, a su vez Vyeris apunta con la calibre 50 ubicado en el extremo derecho del Venganza.

Todos esperando una orden.

-¡El que se atreva a alzar un solo dedo en contra de maestro debe ser eliminado de la faz de esta  tierra! ¡¿Quién es el valiente?!- grito Esfir sin ningún miedo o temblor en su voz.

-¡Tch! ¡Recuerda esto plebeyo! ¡Pagaras por lo que hiciste el día de hoy! Quedas exiliado de mi ciudad, si te veo aquí te hare arrestar y torturar hasta la muerte.-

-Mejor para mí, no pienso tocar esta maldita roca otra vez.-

Retirándose sobre sus pasos el duque se dio media vuelta y partió hacia donde sea que vino.

-Chico… no sé si eres el hombre más valiente que he visto o solo un idiota sin par.-

-Como sea, me iré en cuanto me paguen por la misión.-

-Hagamos un trato, aquí están los 10 mil de la misión que cumpliste, te daré otros 10 mil por los soldados y ¿podemos negociar la goleta?-

-Lo lamento, necesito la goleta así que no es posible.-

-Ya veo, en ese caso ¿Qué harás ahora?-

Saque un mapa de mi bolsillo y lo enseñe al maestro del gremio, apunte a un grupo de islas a una distancia de 400 km de esta ciudad. En un viaje normal esto serian cuatro días de viaje en un navío rápido, de otra forma cerca de 6 días en un viaje normal y más días en un viaje con problemas, la elección de este territorio es porque luego de 200 km de la costa el territorio no pertenece a ningún país y particularmente estas islas no fueron reclamadas por nadie.

Por otro lado si se viera el mapamundi uno podría entender que estas islas son un lugar estratégico en medio de todas las naciones pero alejadas de ellas al mismo tiempo ubicada en el lugar cercano al centro del mar y con posibilidad de viajar a cualquier nación por mar.

-Chico eso es realmente lejos… ¿Qué hay con ese lugar?-

-Lo tomare y hare mi base en ese lugar, si sucede algo no dudes en ir, lo que sea fuera del interés de este reino y beneficie a las personas o evite muertes me interesa, así que ve a verme si algo ocurre.-

-¿Qué harás respecto a los materiales?-

-Bueno eso no es problema, el problema es la comida, necesito llevar tanta como me sea posible.-

-¿Por qué?-

-Ahora tengo 40 esclavos más que quite a los soldados imperiales.-

-Ya veo, bueno aun no es oficial tu exilio así que ¿Por qué no aprovechas para abastecerte?-

-Es una buena idea, lo hare prontamente.-

Luego de despedirnos el maestro del gremio se retiró pero no sin decirnos que Sheila volvería con el pago extra así que esperaría recibir a los soldados imperiales, la compañía mercurio tendrá su propio pago ya que su misión era distinta a la nuestra en principio, lo único que ocurrió es que se superpusieron la una a la otra siendo los piratas del imperio el mismo objetivo, como fuere estos ya sucumbieron o fueron capturados, por lo que las dos misiones se cumplieron sin problemas.

Al poco tiempo un pequeño carruaje jaula llego y los soldados del imperio fueron cargados, entregue las chaquetas que había guardado en mi mochila y recibí el pago completo, aunque fue algo inesperado todo este tema del exilio lo que necesito ahora es reponer existencias, más que nada comida que pueda durar mucho tiempo. Probablemente lo principal sean granos y similares.

Tom y Pitt fueron a los comerciantes ya que sus rostros aun no eran conocidos, fue más fácil para ellos moverse en la ciudad, Esfir no se movió de mi lado, aunque solo revisaba que el Venganza estuviera en condiciones óptimas para el transporte de la comida, vaciando y limpiando la bodega, sin duda alguna podríamos llevar unas diez toneladas de alimentos sin dificultad.

La goleta podría cargar con dos o tres toneladas con seguridad, aunque sería una cuestión de prueba y error, lo mejor sería comprar 13 toneladas y llevar eso para comenzar.

-Maestro… ¿Qué haremos ahora?-

-Lo que oíste, nos iremos de aquí y haremos nuestra base, desde ahí operaremos con tranquilidad, deberemos limpiar el lugar de monstruos tal vez y probablemente limpiar la zona de piratas o traficantes pero es mejor que estar aquí.-

-Tiene razón maestro, es necesario que el maestro este tranquilo, estas personas no saben de lo que maestro es capaz.-

-Como fuere, Gracias por lo de antes Esfir, no me había dado cuenta de lo que ese tipo quiso intentar.-

-Es normal que proteja a maestro, usted es mi persona preciada.-

-Ya veo, para mí también eres preciada, una buena compañera.-

-Maestro…-

-Al punto ahora… apurémonos con la compra, quiero dejar cuanto antes este lugar.-

-Maestro… dese cuenta por favor.- dijo suplicante en un tono de voz casi inaudible.

-¿Qué cosa? Oh… bien Tom y Pitt están aquí.-

El par canino regresaba con una gran sonrisa en el rostro mientras caminaban alegremente y sus colas se agitaban de un lado a otro, creo que es una buena noticia aunque eso es racista en este mundo tal vez.