A- A+ Ahora puede cambiar de capítulo pulsando dos veces las teclas de navegación izquierda y derecha, espero lo disfruten.

¡Hola todos! Los saluda Schzender desde mi cueva anti bombas nucleares, a todos los que no leen «No soy el Héroe» solo para decirles… ¡Que verguenza! no, es broma. espero que todos ustedes estén bien de salud y la cuarentena no los tenga  demaciados alocados, recuerden quitarse los pelos de las manos y lavarse con abundante jabón las manos.

Cap 10 Salvamento.

Un día entero nos tomó llegar hasta los archipiélagos.

Tomamos un descanso, para comer dos veces y esta es la tercera vez, claro que fuimos rotando los turnos navegando, por lo que todos tuvimos practicas al volante de la nave.

Así mismo tuvimos algo de practica con las ametralladoras calibre 50 ya que como supuse hace algún tiempo, los monstruos de tierra pueden ser grandes pero los de mar son mucho más grandes.

Ayer por la tarde nos vimos atacados por un enjambre de pirañas de unas 500 de ellas, por suerte el tamaño promedio de estos monstruos es de tres metros de largo y pesa cerca de 120 kg cada uno, al llenarlos de plomo con las ametralladoras el problema se resolvió rápidamente también al parecer no fue todo el cardumen el que nos atacó sino que fue una pequeña porción. Lo más sorprendente de ello es que saltan fuera del agua, algo que no se había visto en esa especie en la tierra… bueno tampoco median tres metros ahí.

Según Vyeris estos monstruos viven en cardúmenes de miles de ellos y surcan de punta a punta los mares, una actitud completamente diferente a lo que las pirañas de la tierra suelen hacer, aunque sí viven en cardúmenes grandes.

Esfir estaba particularmente emocionada luego de disparar, aunque nadie toco el cañón de 20mm, las ametralladoras de cal 50 tuvieron su debut consumiendo la mitad del suministro en cuestión de un par de horas. por fortuna pude probar que no hay un límite en la creación de municiones.

Los archipiélagos son una serie de islas esparcidas con no mucha distancia entre la una y la otra, lo molesto es que podría haber cientos de ellas.

Pero gracias al avanzado equipo de radar es relativamente sencillo ubicar los navíos.

-Maestro… esto, creo que el radar tiene algo.-

-¿Qué es Vyeris?-

-Aquí mire.-

Había puntos demasiado grandes como para ser barcos, pero cuatro puntos pequeños tal vez del tamaño de una nave mediana y tres pequeñas se podían observar.

-Observa si se desplazan.-

-Tienen un ligero desplazamiento.-

-Bien, entonces ¿Qué ubicación?-

-Veamos, detrás de esas dos pequeñas islas podríamos verlos.-

Tan pronto como decidí el curso de acción un breve mensaje apareció sobre mi vista brevemente, tal vez obra de los dioses, tal vez mi cometido en este mundo. Como sea lo único que debía hacer es seguro.

 

*Salva a la tripulación de la compañía Mercurio*

[- Barcos hostiles activos: 3/3-]

La llegada de una de las pruebas fue inminente, está claro que no hay mucho que pensar y en este momento solo se debe actuar.

-Kiela acelera.-

-Si maestro.-

-¿Maestro?- me llamo Esfir con una ligera preocupación en su voz.

-Si Esfir, llama a Tom y Pitt, tomen posiciones.-

-A la orden.-

Antes de hacer nada fui a la cabina y cree una caja recipiente que se fije al suelo, dentro puse un lanza granadas de 40mm de seis tiros junto a cincuenta granadas HE (High explosive), veinte granadas de Fragmentación y un RPG junto a cuatro granadas propulsadas.

Me asegure de que el cañón de 20 mm tenga las balas listas y cargadas.

El Venganza avanzaba veloz sobre las aguas poco profundas mientras levantaba el ligero oleaje con las toneladas desplazadas de la nave, el motor no era demasiado ruidoso pero era algo difícil de no notar si uno está cerca.

-¡Nave mediana a babor, otras tres pequeñas a estribor!- grito Tom.

A la izquierda un bergantín con toda sus velas desplegadas con viento a favor, su velocidad probablemente se de 16 o 18  nudos, este tenía la bandera reconocible del gremio de mercenarios, es fácil decirlo ya que es la misma que está ondeando sobre el Venganza.

A la derecha tres navíos pequeños pero agiles, dos balandras y una goleta, claramente no llevan mucha carga. Están a una corta distancia tal vez unos 60 u 80 metros del bergantín, puede verse como vuelan los virotes de las ballestas y algunas flechas.

En el Bergantín se levantó un escudo de agua para repeler los proyectiles que recibían, si bien paro a las flechas menos potentes y a los virotes que fueron disparados en ángulos extraños, aquellos que tuvieron una buena parábola traspasaron la barrera con relativa facilidad, es posible que haya heridos e incluso algunas muertes.

-¡Kiela pon la nave en paralelo!-

-¡Si maestro!-

Con un giro brusco a la derecha la nave tomo algo de distancia para dar una vuelta en U y viajar en paralelo a las naves hostiles.

Parece que no se percataron de la bandera del gremio sobre el Venganza.

Una de las dos balandras estaba en el lado izquierdo, la otra en el derecho y la goleta en el centro, es una formación triangular muy bien ensayada como para ser unos simples piratas.

-Esfir, tomemos a la primera.-

-¡No puedo oírlo!-

-¡COMIENZA A DISPARAR A LA BALANDRA!- grite con todas mis fuerzas.

El mensaje llego claramente ya que Esfir tomo la corredera de la calibre 50 y tiro de ella cargando la bala en la recamara.

Al mismo tiempo tome los controles de la Oerlikon 20 mm y pulse el botón de carga para que una bala sea puesta en la recamara.

Utilizando los soportes para los brazos y la cintura gire 90° hacia la balandra que estaba a mi derecha y comenzó el tiroteo.

Del otro lado al notarnos disparar comenzaron a lanzar sus virotes hacia nosotros también, volando casi erráticamente sobre nosotros y otros impactando sobre el agua la mayoría fallaba por mucho o rebotaba en el metal.

Las ráfagas de la calibre .50 eran largas y desordenadas, al parecer Esfir aún no tiene mucha precisión, es posible que algunos disparos hayan llegado a la segunda balandra en la derecha de su formación.

Con el cañón dispare ráfagas de 3 disparos por vez apuntando principalmente a la cubierta y al timonel, sin timonel no tienen como maniobrar.

Algo estaba fuera de cálculo… la potencia de las armas era demasiado para tal pequeñas embarcaciones de madera…

Con los primeros tres disparos el mástil principal voló en pedazos, en una ráfaga el timón completo y algunos tripulantes simplemente estallaron en trozos de carne y sangre por los balazos de calibre .50.

El fuego concentrado de Esfir se encargó de sembrar el miedo en los enemigos, nuestra distancia era probablemente cerca de 150 metros. Es particularmente difícil apuntar, tanto como disparar en un vehículo en movimiento, ya que la dirección del Venganza era ligeramente inestable por la falta de experiencia de Kiela.

La segunda balandra da un giro rápido para ponerse tras nosotros pero es la posición más peligrosa que hay ya que está cubierta por 2 de tres ametralladoras.

Tom la recibió con una lluvia de balas en concentración, grandes trozos de carne volaban por doquier, lo que solían ser soldados ahora solo eran manchas que salpicaban el agua con violencia, algunas tripas e intestinos colgaban de las cuerdas y mástiles que aún estaban de pie, la primer balandra quedo fuera del juego luego de los primeros 20 minutos.

La segunda balandra logro disparos certeros sobre nosotros aunque no fue nada efectivo contra el metal del venganza.

-¡Uwaaaa!-

Uno de los virotes me impacto en el hombro, aunque solo traspaso ligeramente el kevlar y la punta de este perforo la piel, no fue más allá de un rasguño, aun así la potencia del impacto me tumbo sobre la cubierta.

-¡Maestro!-

-¿Huh? ¡¿Kiela?! ¡¿Qué haces con el RPG?!-

-¡MALDITOS! ¡¿Cómo se atreven a dispararle al maestro?!-

Apretando el gatillo el lanzacohetes es disparado impactando en la balandra y volándola en pedazos de inmediato junto con su tripulación causando que toque el fondo del mar casi instantáneamente.

Luego de volar la balandra Esfir y Kiela vinieron a ver como estaba, aunque no fue grave ellas estaban preocupadas y me obligaron a vendarlo rápidamente. Mientras tanto Vyeris había tomado el timón.

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-¡¿Qué es esto?! Heck, Mert, Dee disparen las ballestas también. ¡Médicos! Atiendan a los heridos.-

Diablos, al final los rumores eran ciertos… ¿Quién diría que nos encontraríamos a los esbirros del imperio en pleno pillaje? Solo podemos culpar a la casualidad por la mala suerte.

Tan pronto como pudimos, dimos una brusca media vuelta y apuntamos directamente al archipiélago para perderlos en el zigzagueo natural de las islas, con un poco de suerte podríamos dejarlos en balde.

-¡Capitana! ¡Barcos enemigos a la vista!-

Tan pronto como me sentí aliviada tres de ellos surgieron tras de nosotros, su velocidad es mayor, es claro ya que nuestra carga es inmensa porque aspirábamos a unas tres semanas de búsqueda por lo que nuestras raciones y armamento son demasiado para este viejo trozo de madera y metal.

-¡Demonios! ¡Carguen las ballestas! ¡Los magos de agua creen escudos cuando sea necesario! ¡Médicos Preparen todo para recibir a los heridos!-

-¡Heck cuida a los de proa, Hoz tú te encargas del castillo, ve que puedes hacer para tener seguros a los que salgan heridos, Mert y Dee les encargo el puente, tomare el timón.-

-¡A la orden capitana!- gritaron tres de los cuatro amigos y corrieron a sus posiciones.

La torre de vigía tenía preparada una ballesta robusta y una ración de flechas considerables en visto que podría suceder un caso como este donde aprovisionarse seria solamente imposible.

Los magos dos magos de viento que había en la nave estaban sobrecargados empujando con su poder mágico las velas que ya estaban en plena capacidad.

Poco a poco las balandras y la goleta se acercaban sin perder velocidad, su estructura pequeña y ligero peso era una gran ventaja para ellos en este tipo de aguas. Por otro lado el Bergantín lucha por obtener el viento suficiente para impulsarse. Si sigue así, nos atraparan en poco tiempo.

-¡Nos disparan!- grito un tripulante.

Pobre de él, no pudo reaccionar porque el virote que dispararon le atravesó la garganta en un Angulo extraño, abriendo toda su garganta, se ahogara en su sangre hasta la muerte. Pero ante la sorpresa de ver que eran virotes normales y no incendiarios sugirió a la idea de que desean capturar la nave en lugar de simplemente hundirla.

-¡Respondan los disparos!-

Nuestros tripulantes respondían con las pocas ballestas que nos pudimos permitir antes de partir, aunque virotes sobran el tiempo que toma cargar cada ballesta es considerable.

*Crack*

Sonó un ligero crujido.

-¡Banco de arena adelante!- grito el vigía para informar.

Con un giro rápido de timonel se evitó encallar pero fue tan brusco que los magos perdieron el equilibrio y los escudos cayeron al mismo tiempo que los magos de viento colapsaron por la fatiga.

-Estamos perdidos.-

Un fuerte y extraño sonido surge de entre las pequeñas pero altas islas. El viento junto al eco producido lo trae hasta nosotros con claridad.

¿Un monstruo? Primero el imperio y ¿Ahora un monstruo? Sinceramente quiero centrarme a llorar por toda esta serie de estúpidos e irrazonables eventos.

Del par de islas que estaban tras nosotros surgió una extraña masa de metal a una velocidad inimaginable… eso … ¡Es la bandera del gremio!

-¡LLEGARON REFUERZOS! ¡RESISTAN!-

-¡UUUUOOOO!- grito la tripulación.

Tiene la forma de un barco, puedo decirlo por cómo está construido, pero era completamente de metal y un tubo extraño estaba siendo sostenido por alguien en la proa de esa nave. Aun sin reconocer si es un navío o un artefacto, simplemente he de agradecer que aparezca en este momento.

-¡Buhooo!-

Tan pronto me distraje un virote me golpeo directamente en el hombro, el dolor punzante me paralizo por unos momentos antes de que decidiera arrancarlo sin medir mucho más, por la forma en la que penetro estoy segura de que rompió algún hueso, el dolor es realmente insoportable.

Donde está ahora solo molestaría el maniobrar del bergantín, el virote está alojado entre la clavícula y el hombro en una extraña diagonal, por suerte no perforo nada importante o eso creo…

Tirando de la parte delantera del virote lo arranque de mi cuerpo. La sangre llego junto a la sensación de que mi carne era desgarrada por un objeto rasposo, mi conciencia casi me abandona pero el dolor no me dejaba ir. Aun así lo hice, aun así tire de ese trozo de madera incrustado en mi hombro.

-¡UUUWWWWAAAA!-

-¡MEEEEDIIICOOOS!- grito uno de los tripulantes al verme en tal condición.

Corrió uno de los médicos hacia mí con una venda y algo de alcohol. Arrojando el alcohol como quien lo tira al suelo, soltó una abrumadora cantidad en mi herida.

-¡AAAAAHAHHHH!- grite mientras el ardor me hacía retorcerme sobre mi misma.

El medico inserto las vendas en ambos extremos y casteo la magia sacra para curar poco a poco los orificios, está claro que el dolor disminuía secuencialmente pero el proceso anterior solo puedo llamarlo infernal.

Finalmente de pie alguien me suplanto al timón y tome una ballesta del suelo, no se de quien fuera solo sé que ahora tiene un virote justo entre los ojos y el cráneo totalmente destrozado. Sus globos oculares cuelgan de sus cuencas vacías, fue tan fuerte el impacto que aplasto el cráneo y el cerebro haciendo salir a los ojos hacia afuera.

-¡Solo un poco más!-

El extraño navío giro en dirección contraria y luego realizo una maniobra realmente difícil un giro en U en alta velocidad, realmente tienen un buen timonel, aunque la velocidad y maniobrabilidad de ese navío están en otra escala con total seguridad.

Poniéndose en paralelo a la balandra del extremo más a nuestra izquierda emiten fuertes sonidos seguidos de destellos. No sé qué clase de magia sea pero hace que los enemigos salten en pedazos. En cuestión de minutos hicieron caer a una de las balandras y a la segunda la hicieron explotar de alguna forma, un extraño proyectil fue disparado desde la embarcación extraña y cuando impacto contra la balandra solo exploto, ahora solo queda la goleta.

-¡UUUOOOO!- gritaban los nuestros mientras aun disparaban las ballestas sin descanso, algunos tenían los dedos sangrantes por tirar de la soga tantas veces.

Al igual que yo misma dispare tanto que no puedo imaginar el número de virotes que he gastado hasta ahora.

-¡Virotes! ¡Traigan más virotes!-

-¡N-no hay! ¡LA BODEGA ESTA VACIA!-

-¡¿Qué dices?!-

-Capitana la bodega está vacía, no hay virotes.-

-Trajimos seis mil con nosotros ¡¿Cómo es que no hay ninguno?!

Con este absurdo acontecimiento solo podía pensar en una sola cosa, Fuimos saboteados. La única forma en la que eso podría haber ocurrido es cuando recargábamos suministros en puerto, ya que había mucho movimiento y la mayoría de la tripulación estaba agasajándose antes de un largo viaje, es posible que utilicen esta brecha para deshacerse de todos los virotes que teníamos.

No había más que hacer, sin municiones y con los magos de agua creando escudos para repeler los virotes enemigos ya estamos a máxima capacidad, no creo que podemos dar más de nosotros, si los abordarnos probablemente tendríamos un mejor margen pero lo mismo cuenta para ellos, no puedo apostar la vida de todos aquí a una suerte de 50/50, Por favor…

Solo espero que el navío extraño que vino a ayudarnos lo alcance antes que ellos a nosotros.

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-Kiela ¿Puedes maniobrar en estas aguas? Hay un par de bancos de arena ten cuidado.-

-Entendido maestro, puede ser un poco agitado ¡Pero daré lo mejor de mí!-

-¡Tom, Pitt, Esfir! Tomen las armas, los abordaremos.-

-¡SI!-

Dejamos de lado los disparos a larga distancia ya que las islas tiene cierta altura que imposibilita una persecución y fuego desde distancia, es prácticamente desperdiciar munición.

Los tres que vienen conmigo prepararon sus Vector que estaban completamente equipados con mira “Red Dot”, linterna, laser, supresor, Agarradera de posición recta y cargador extendido de 45 balas. Al igual que mi equipo.

Como un extra antes de subir voy a disparar tres rondas de granadas de fragmentación de 40mm con el lanza granadas M32, para despejar la cubierta y subir con seguridad.

-¡Estamos listos!- grito Esfir y todos estaban con sus chalecos y cascos colocados excepto ella, creo que esta demás el decir que su cornamenta impide el uso de alguna clase de casco.

Trayendo consigo 3 cargadores extra de la Vector y 3 extra de la Glock 22 estaban totalmente equipados para el combate cerrado.

-¡Kiela acércanos!-

Como respuesta el Venganza acelero rápidamente y quedamos cerca de 40mts de distancia de la goleta.

*POW POW POW* sonaba el ahogado disparo de la M32 y las granadas explotaban al impactar la nave, algunos trozos de madera junto a los tripulantes volaron hacia los lados cayendo en el agua relativamente poco profunda, ese no es el problema, el problema es que si existen los tiburones o alguna clase de monstruo similar la sangre escurrida será algo que los atraiga.

-¡Kiela, Pon al Venganza al lado!-

-¡Enseguida!-

Mientras más aceleraba y más se acercaba más difícil también era controlar la nave, por otro lado debe tener en cuenta el espacio o chocaremos contra alguna roca o saliente incapacitando inmediatamente a la nave.

-¡Vamos, vamos, vamos!-

Una vez que la proa se acercó lo suficiente como para saltar, nos colgamos de las redes que están alrededor de la goleta, probablemente están para ayudar a trepar a quien se caiga por la borda.

Primero Tom y Pitt  luego yo y finalmente Esfir llegamos a donde el timonel debía estar.

Las granadas de 40mm hicieron bien su trabajo, los pocos que quedaban se estaban ocultando detrás de gruesos tablones o barriles. Otros estaban en el suelo apretando sus heridas. Muchos de ellos en shock por perder alguna extremidad.

La sangre y los trozos de personas que había sobre la cubierta era algo realmente espantoso, no sé porque, pero mi cuerpo reacciono a ello. No sentí nada particular, pero mi cuerpo se negó a moverse una vez en la cubierta.

Tom y Pitt se encargaron de cubrir la cubierta y asegurarla, revisando parte por parte mientras mi inútil cuerpo se negaba a moverse.

-¿Maestro? ¿Se encuentra usted bien?-

-S-si… discúlpame Esfir.-

Disparar granadas de tal magnitud en un barco es un acto realmente desquiciado. Pero ¿Por qué no me siento reacio a matar? Tal vez sea parte de este extraño cuerpo con el que llegue a este mundo, aunque soy yo, también es más joven, también es más fuerte y rápido y rara vez falla un disparo. Pero ¿Por qué me paralice? Eso es peligroso, realmente no lo entiendo, esa sensación frustrante y al mismo tiempo llena de confusión. Sería peligroso si sucediera en un momento clave.

Este extraño cuerpo es más de lo que debería ser, pero por eso ahora puedo salvar a la compañía mercurio.

-Tom, Pitt Van por la derecha, Esfir y yo por la izquierda.-

-Entendido.-

Tomando las escaleras para bajar del timón, avanzamos poco a poco cubriendo los puntos ciegos del otro equipo. Teniendo cuidado de no ser tomados por sorpresa recorrimos desde popa a proa toda la superficie de la nave.

-Chicos, tendrán que cuidar la cubierta, Esfir y yo bajaremos a la bodega y camarotes. Cuando contacten con Kiela díganle que se adelante para informar a la compañía mercurio que la goleta fue tomada por nosotros.-

-A la orden…-

-Maestro… ¿Si alguien aparece que hacemos?-

-Si es aliado prioricen su seguridad, si es enemigo fusílenlo, si pueden capturarlo prioricen la captura.-

-Muy bien.-

-Esfir, lo mismo va para ti, si tienes que matarlos lo haces y si puedes capturar a uno entonces hazlo pero no dudes.-

-Como usted diga maestro.-

Nos adentramos poco a poco en los camarotes, de uno en uno revisamos las habitaciones, probablemente estén los pocos que queden en la bodega.

-Maestro, me preguntaba cuántos de ellos quedaran.-

-Esta goleta seguramente fue la primera en comenzar a disparar las ballestas y por lo tanto también en recibir disparos. Creo que debe haber entre de 40 y 80 tripulantes normalmente tal vez más, con los disparos de ballesta y las granadas… si quedan 10 de ellos creo que es mucho.-

-Entiendo, tenga cuidado maestro.-

-Tú también.-

Cuarto por cuarto pateamos las puertas para despejar la sala.

Antes de entrar en la última habitación me detuve bruscamente y le hice señas con la mano a Esfir.

*pat, pat… … pat … pat*

Pequeños pasos de alguien preparándose del otro lado se podían oír.

-Esfir, disparemos.-

Una gran ráfaga de diez o quince disparos cada uno azoto la puerta volando varios pedazos de ella y finalmente la pateamos para abrirla por completo. En el suelo un soldado con un extraño uniforme sostenía su estómago que ahora estaba lleno de agujeros.

Algunas tripas se asomaban y la sangre regaba el piso, probablemente estaba tras la puerta con la ballesta que se encuentra a un lado, aunque la cuerda esta estirada, por la caída el virote se salió de la guía y rodo por el suelo.

La respiración entrecortada del hombre solo dio espacio para un par de segundos antes de finalmente morir. Ahora puedo estar seguro de que mi cuerpo reacciona de mala manera a la muerte, me fuerza a detenerme… ¿Por qué? Es lo que quiero entender.

-M-maestro…-

-¿Sucede algo Esfir?-

-La chaqueta, llevémosla. Tiene el emblema del imperio.-

-Es una buena prueba, hagámoslo.-

Quitando la chaqueta del cuerpo ya sin vida la guardamos primero en una bolsa separada ya que esta estaba manchada con una considerable cantidad de sangre y luego a mi mochila, no voy a permitir que Esfir cargue una chaqueta ensangrentada.

El emblema de la armada imperial. Una especie de escudo ovalo con una espada de doble filo que apunta hacia debajo de color roja con un fondo negro, si no fuera un imperio, no dudaría que fueran piratas comunes.

-Sigamos Esfir… no debes ver esto más de lo necesario.-

-Agradezco su preocupación maestro, pero solo tengo alegría gracias a usted, por fin, luego de tanto tiempo… puedo darle caza al imperio.-

-¿Es así? No me importa particularmente, destruiría a cada nación que se ponga molesta con nosotros.-

-Maestro suena tan viril…-

-Como sea, sigamos.-

-Moo…- se quejó en voz baja. Aunque la oi prefiero no dar atención a este tipo de cosas, aun ni siquiera estoy seguro de que este cuerpo sea humano, no debo dejar que nada les ocurra a mis compañeros por alguna idiotez momentánea.

Luego de las barracas, seguimos avanzando hasta la cocina donde no había nada en particular, se veía claramente que movieron algunos barriles con agua y tal vez comida, se atrincheraron en la bodega.

-Maestro…-

-Ya lo sé, ten cuidado y presta atención.-

Un par de puertas dobles de alguna madera medianamente decente componía la entrada a la bodega, aunque bien no era algo espectacular, si no fuera que mi vida está en peligro esto parecería el set de alguna clase de película de alto presupuesto.

Sin demorar más tiempo nos pusimos uno a cada lado y estire mi mano para abrir las puertas.

-¡ALTO! ¡TENEMOS REENES AQUÍ!-

Grito una agria y áspera voz en un tono mandón.

-Esto no tiene por qué terminar así, entrégate y podrás vivir, no estamos para aniquilarlos.-

-¡Al demonio con eso! ¿Crees que soy estúpido? En cuanto salgamos nos mataran a todos.-

Bueno, tiene un punto ahí… solo pensaba dejar vivo a uno de ellos como mucho.

-No tiene que ser así, solo vinimos para asegurar la supervivencia de nuestros aliados, nada más. Tenemos ordenes de llevar detenidos a los que podamos.-

-E-Eso… ¡¿No me estas jodiendo verdad?!-

-Claro que no, tampoco queremos más sangre derramada sin necesidad. ¿Cuántos son? Negociemos.-

-Si nos dejas ir te daremos a todos los esclavos que están aquí, tenemos cerca de 40 de ellos…-

Cuarenta esclavos… una fuerza operativa bastante considerable si me pongo a pensar en ello. Si los obtuviera… si pudiera poner mis manos sobre ellos y que trabajen para mí, podría iniciar una flota propia, no es una mala idea.

-Me parece bien ¿Cuantos de ustedes hay? prepararemos una barca para dejarlos ir con un poco de comida y agua.-

-Somos ocho y uno está herido.-

-Esfir, la granada flash.-

-¿Cuál es maestro?-

-La delgada.-

-¿Esta?- pregunto mientras sostenía la granada indicada luego de sacarla de su bolso táctico.

-Correcto.-

Mientras me preparaba con la granada en la mano derecha y jale de la anilla para quitar el seguro y poder dispararla. En cuanto se suelte la espoleta esta cosa explotara en tres segundos produciendo entre 6 y 8 millones de candelas (Unidad internacional que mide la intensidad luminosa, También conocida como CD) y un sonido entre 170 a 180 decibelios causando confusión y desorientación a los enemigos.

-Escucha, voy a entrar yo solo, ¿Con eso tendrás seguridad de que nuestro trato se llevara a cabo?-

-Huh…-

-Hazlo, moriremos todos de otra forma.- indujo uno de sus compañeros al líder de los amotinados.

-Oi idiota puedo pensarlo por mí mismo, no me apures en esto.- respondió el líder.

Aunque era una plática algo tonta, puedo entenderlo, incluso en la tierra sucedía mucho cuando el miedo a la muerte es mayor que la capacidad de razonar.

-¿Ya se decidieron?-

-Está bien entra, pero solo uno de ustedes, estaremos apuntando nuestras ballestas a la puerta para que no quieran pasarse de listos.-

Entonces le dices al enemigo lo que estás haciendo ¿Qué clase de idiotas son ustedes?

-Muy bien.-

-Esfir abre la puerta lentamente y solo lo suficiente para arrojar la granada.-

-Entendido.-

Con la mano en el pomo de la puerta Esfir asiente mientras abre despacio la puerta, cuando la brecha está cerca de los 15 cm ella se corre hacia atrás y empuña el subfusil Vector mientras espera a mi señal.

Empujo fuertemente la puerta y arrojo la granada a lo que los idiotas quedan mirándola fijamente.

*PAWWNNNN*

-¡UUWWWAAAA!-

-¡MIS OJOS! ¡NO PUEDO VER!-

-¡MALDITA SEA! ¡ARDE! ¡AAARDEEEE!-

-Ahora Esfir.-

Entramos y cada uno tomo una dirección, con disparos de uno en uno eliminamos a los amotinados rápidamente, solo dejamos al que parecía el líder al cual golpee con un garrote de acero en la cabeza para desmayarlo.

-Esfir amárralo, iré a comprobar a los que están encadenados.-

Algunas personas y semi-humanos estaban con la cabeza en el suelo y otros gritando por el miedo, algunos de ellos también se habían orinado o cagado en sus pantalones.

-Tranquilos, los rescataremos.- les dije a quienes aún estaban conscientes y no muy aturdidos.

Nos quedamos cerca de 10 minutos para que todos vuelvan en sí mismos y pueda explicar la situación, les dije que la nave había sido tomada por mí y mi equipo.

Aunque no fue mucha la reacción, unos pocos demostraron un miedo indescriptible ante ello.

-D-disculpe ¿Qué será de nosotros?-

-¿Qué sucedería normalmente?-

-Nos venderían en el puerto al gremio de esclavistas.-

-No, eso no les pasara. Trabajaran para mí pero no teman les aseguro comida, ropa y refugio así como un lugar para vivir por su cuenta, claro que harán cosas para mí pero es mucho mejor que trabajar en la casa de algún mercader o noble que pueda dañarlos por gusto.-

-S-señor muchos de nosotros éramos campesinos o soldados que fuimos capturados ¿Qué trato nos dará?-

-Bien, necesito gente que sepa hacer de todo, no me molestan que sean campesinos, ex homicidas o del ejército, me da igual. Claro son libres de negarse y a los que se nieguen tendré que venderlos al gremio de esclavos donde su destino quedara a la suerte.-

Al oírme decir que su vida dependerá de básicamente “nada” el miedo que sentían fue realmente aplacado de una manera asombrosa ya que estaban al tanto de que morirían si tuvieran mala suerte.

-¡Llévenme a mí!-

-¡No, mejor llévenme a mí, serví en el ejército antes de caer como esclavo!-

-¡Esperen, esperen, esperen! ¿Cuántos son?-

-Bueno, creo que alrededor de cuarenta.-

-¿Sabes contar?-

-Así es señor, se contar, escribir y cartografiar.-

-Muy bien, ¡Todos los que quieran venir levanten la mano!-

Unánimemente las 40 personas levantaron la mano y se pusieron de pie rápidamente.

Excepto una sola persona. En el fondo un hombre de aspecto malo, pero no el malo de “Peligroso o malvado” sino malo de mal estar, un hombre con algún tipo de afección no levanto la mano.

-¿Qué hay de ti? Que es lo que quieres.-

-No importa en realidad… estos bastardos tomaron mi pueblo, tomaron a mi familia, violaron a mis hijas y mi esposa antes de matarlas o secuestrarlas lo que sea que hayan hecho. Si no puedo vengarme del imperio entonces me da igual lo que me pase.-

-Hoooo~ ya veo que es así… en ese caso. Sígueme y podrás tomar venganza hasta que estés satisfecho.-

-¿Cómo puedo creerte?-

-Esfir… ven aquí.-

-Si maestro ¿Qué necesita?-

-Este hombre piensa igual que tú, ve si puedes convencerlo de unirse a nuestra causa.-

-Como diga maestro.-

-¡Los demás presten atención! Los liberare ahora y me ayudaran a llevar esta nave de regreso.-

-¡SI!- gritaron todos.

Perder más el tiempo seria molesto para todos en realidad, disparando a las cadenas los esclavos fueron liberados, casualmente entre ellos estaba uno que podía utilizar la magia de esclavitud, gracias a ello pude hacer que todos los esclavos sean de mi propiedad, claro que era algo que sospechaba ya que no utilizarían medios legales para hacer los documentos en un gremio de esclavistas.

Todo lo necesario estaba preparado en el camarote del capitán, pilas de papeles en blanco, tinta de sangre mágica y una pluma de Mithrill, con esto pude realizar los contratos con suma facilidad en cuestión de unos minutos.

Esfir seguía hablando con este hombre que perdió todo, aunque no tengo idea de que era lo que hablaban el hombre asentía brutalmente, de tal forma que parecería que su cabeza saldría volando de su cuerpo en cualquier momento.

Una vez en la cubierta Tom y Pitt habían dejado inconscientes y amarrados a tres tripulantes con la misma chaqueta con el emblema del imperio.

-¡Maestro! Tenemos presas…- dijo Tom mientras alegremente meneaba su cola.

-¡Idiota! Son prisioneros no presas.-  Corrigió Pitt mientras bajaba la cabeza por la vergüenza.

-Prisioneros, presas, ellos son los que perdieron… como ganadores tienen el derecho de llamarlos como quieran.-

-¡Son presas! ¡Presas que se entregan para que el maestro nos felicite!-

-Eso es ¡Ese es el espíritu Tom! Al volver comeremos buena carne.-

-¡Sí!- Gritaron Tom y Pitt, aunque Pitt estaba reprendiéndolo hace unos momentos nada más ahora se sumaba al festejo.

-Llévenlos a la bodega y amárrenlos bien para que no puedan escaparse.-

En la distancia podía verse al Venganza virando hacia aquí nuevamente y poco después apareció el Bergantín de la compañía Mercurio.

Desafortunadamente las balandras se hundieron rápidamente como costales de piedra, así que no podremos cosechar lo que sea que llevaran. Aunque en esta goleta hay cerca de 3000 monedas de oro, varios rollos de telas de buena calidad, espadas y ballestas extra así como virotes y suficiente comida para varias semanas.

-¡Maestro! ¡¿Se encuentra bien?!-

-Así es Kiela, nos llevaremos esta nave de regreso con nosotros.-

-Muy bien, ¿Desea remolcarla?-

-No, eso solo causaría estrés en los motores del Venganza, no queremos que se rompa.

-Como usted diga maestro, pero ¿Cómo la llevaremos?-

-Había muchos esclavos aquí, así que los tomare a todos y nos llevaremos la nave.-

Del bergantín un bote auxiliar fue dispuesto en el agua y se aproximaba hacia la goleta ya capturada, en este bote una hermosa mujer de cerca de 25 años y cuatro jóvenes que ya me eran muy conocidos venían remando rápidamente.

-Maestro… ¿Quiénes son?-

-Son parte de la compañía mercurio, deben venir para agradecernos o algo así.-

-Estaré atenta.-

-De acuerdo Esfir, no interfieras hasta que lo ordene, pero mantén tu arma cargada.-

-Muy bien.-

Al llegar los miembros del bote auxiliar treparon por la borda hasta la cubierta donde los recibí junto con Esfir.

-Buenas ¿están todos bien? Aunque tal vez no llegue a tiempo, pudimos hacernos cargo de este desastre.-

-No, no, nada de eso, llegaron realmente en el mejor momento. Gracias a ustedes los heridos no fueron tantos aunque si tuvimos pérdidas.-

-Lamento oír eso, espero que no hayan sufrido mucho.-

-Oi… capitana… podría haber ayudado a amarrar el bote…. Un momento… ¡¿Oficial?!- dijo mientras jadeaba ligeramente.

-Buenas Heck ¿Cómo lo estas llevando?-

-¡¿Se conocen?!-

Luego de poner al tanto a su capitana del tiempo que navegamos juntos Heck, Dee, Mert, Hoz y yo entendió como era que nos conocimos.

-Entonces ¿Usted es?-

-Oh claro, discúlpame… mi nombre es Cecilia, soy la Capitana del “Setter” y líder de la compañía Mercurio ¿Usted es?-

-Soy Finn Walker, Capitán del “Venganza” y líder de mi compañía, aunque no recuerdo haber utilizado un nombre para mi compañía.-

-Ya veo, un novato…-

-Eso es correcto.-

-Entonces ¿Qué te trajo hasta aquí?-

-El gremio me envió a apoyar su cacería.-

-Bastardos, no confían en nosotros… Por otro lado gracias a eso pudimos zafarnos de este evento que terminaría en desgracia.-

-No nos agradezca, hicimos lo que había que hacer.-

-Igualmente gracias… por otro lado ¿Qué es esa nave tan extraña?-

-¿Se refiere al Venganza? Es una nave totalmente nueva que cree por mi cuenta.-

-Es realmente poderosa, ¿Cómo es que su velocidad es tan superior?-

-Bueno, tiene ciertos mecanismos que hacen que viaje rápidamente en casi cualquier tipo de aguas, la verdad está diseñada para eso.-

-Ya veo, y esos tubos.-

-Son armas, pero no puedo entrar en detalle.-

-¿Eso es así? Me gustaría saber más, pero sería descortés seguir indagando en ello, aunque si no se puede negar el poder que tiene esa pequeña embarcación.-

Y tiene razón de verlo así, ya que el Bergantín tiene dos veces el tamaño del Venganza, sería un estupendo navío si tuviera cañones o ametralladoras modernas.

Tuvieron la desventaja en el instante en que trataron de escapar por estos estrechos canales entre archipiélagos.

Pero por suerte el tema ahora está resuelto.