A- A+ Ahora puede cambiar de capítulo pulsando dos veces las teclas de navegación izquierda y derecha, espero lo disfruten.

La Batalla de los Reyes

Capítulo 2: ¿Un traidor?

 

A miles de kilómetros de Excalibur, en la cima de una colina en la profundidad del bosque, se erigía un gran castillo. Aquella edificación que, por donde estaba ubicada debería ser fácilmente apreciable desde las alturas, y sin embargo; pasaba totalmente desapercibida ante los ojos de cualquiera. Inclusive, exploradores veteranos tendrían dificultades para encontrarla.

No era este el caso de Half Leaf, cuyas habilidades de rastreo y percepción no tenían igual en este mundo. Desde la cima de un árbol, el espía observaba el castillo y sus alrededores.

“Los desestimé, realmente no está tan mal.” Pensó con una pequeña sonrisa.

“Aunque no es muy probable, pero si las otras bases también están ocultas con magia ilusoria de este nivel, mis agentes podrían tener algo de problemas…”

Mientras, su cuerpo de pronto se hacía cada vez más traslúcido, se lanzó como si la naturaleza le despejara el camino y lo impulsara hacía la base principal de Khulgai.

Cuando logró acercarse y escondido entre árboles, contrariamente a sus expectativas; divisó un enorme y exótico castillo. Más que ser una base militar, daba la impresión de ser el castillo de un rey.

Aunque, Half ya sabía que Los Grandes poseen la capacidad de mejorar evolutivamente a sus súbditos después de haberles transmitido su propia energía mágica, no conocía del todo la magnitud de tal evolución. Al ahora ser consciente de la realidad, quedó ligeramente desorientado. Pasando de ser primitivos, salvajes y repugnantes Hombres Bestia, en cuyos pensamientos no existía nada más que el deseo de destruir todo a la vista, hasta convertirse en individuos con la sabiduría e inteligencia suficiente como para crear semejante fortaleza, e incluso, de las múltiples barreras mágicas alrededor de este.

La cantidad de Hombres Bestia siendo centinelas afuera del castillo era poca. Se notaba que tenían plena confianza en que, mientras las barreras estuvieran allí, ningún enemigo sería capaz de invadirlos.

“Tan descuidados… ¿me dejé impresionar por esto? Aunque,  hayan aumentado un poco su inteligencia, al final siguen siendo las mismas bestias estúpidas de siempre.”

Con una agria expresión insatisfecha, se aproximó a una sección del castillo con apenas la vigilancia de un centinela a lo lejos. A cierta distancia del muro, visualizó dos barreras mágicas superpuestas. Aunque eran invisibles, al igual que él mismo; era capaz de verlas nítidamente. Contempló por unos instantes las barreras ante él, con calma se encaminó y limpiamente las atravesó sin activar la barrera de detección y, sin ser detenido por la barrera defensiva, como si estas magias de alto nivel no estuvieran allí. De un gran salto llegó a una ventana de los pisos superiores, y finalmente entró.

Gracias a la escasa seguridad, Half pudo moverse por la base con poca preocupación. Después de vagar por un tiempo, logró encontrar la sala del cuartel general del castillo, en ella se hallaban en plena reunión algunos de los principales exponentes de las fuerzas de Khulgai, aunque este último no estaba.

Cuando la reunión finalizó después de un largo tiempo, igual de imperceptible que cuando entró, se escabulló afuera de la sala y marchó profundamente en el castillo. Corriendo con urgencia y pasando por corredores y estancias que no había visto anteriormente, llegó ante unas escaleras que le hizo bajar a una cámara subterránea.

Se adentró en lo que parecía ser una angosta bodega de vinos. Pasando por entre hileras e hileras de barriles, confiando en sus habilidades sensoriales y con la vista fija en un gran estante de vinos, que en su mayoría contenía botellas vacías; se aproximó y haciendo uso de la magia de tierra, deslizó suavemente el estante lejos de la pared, dejando al descubierto la entrada de un oscuro y estrecho pasillo.

Atravesando el corredor sumido en la oscuridad, mientras lo invadía un aura de pesadez, Half llegó a un almacén lleno de grandes cajas, pero solamente una de ellas le importaba. Acercándose a una caja especialmente grande, la abrió lentamente y lo que vio, fue algo que no le sorprendió.

“Con que decían la verdad… alguien les obsequió algunas de las armas creadas por Lalo” La preocupación y desconcierto que teñían su rostro, dieron paso una ira asesina.

“Pero… ¿quién es el traidor que se esconde en Excalibur?”

 

♦ ♦ ♦

 

Las enormes puertas dobles se abrieron lentamente y Half Leaf entró al salón del trono. Recorrió en silencio la alfombra roja hasta llegar al pie de unos amplios escalones. En la cumbre, un ominoso trono blanquecino y, sentado en éste, se encontraba el gobernante de todo lo que desee.

Se inclinó profundamente ante el rey frente a él, asintió hacía los líderes que estaban de pie según cierta jerarquía nobiliaria sobre los escalones bajo el trono, y dijo.

«Saludos, mi Señor. He venido a reportar los resultados de mi misión.»

«Habla.» Una voz increíblemente profunda y helada se escuchó.

«Sí. El enemigo se ha hecho con ejemplares de nuestras armas.» Dijo Half con simpleza.

«¡¿Que qué?!» Lalo bramó con absoluta incredulidad, también Lykanos y Altair en menor medida.

Al escuchar eso, Lalo casi se abalanza sobre Half, gritando.

«¡¿Qué estupidez estás diciendo?! ¿Estás queriendo decir qué me han robado en mis narices? ¡Bien claro sabes que mis armas están bien resguardadas!

El grito vino acompañado de una mirada llena de odio y desesperación.

«Lalo, cálmate de una vez. Half no puede estar mintiendo.» Dijo Lykanos, fastidiado por tantos gritos.

Altair, líder de una de las divisiones de asesinos, la División Sombra, dijo emocionado.

«¡Ahora sí se prendió esto! Mi Señor, díganos qué hacer.» Gritó Altair incompetentemente.

«Half, describe las armas y que Lalo explique su funcionamiento.» La penetrante voz de Lord Bryan resonó.

«Fueron 4. La primera era un rifle de asalto alto y delgado, su cargador esta  posicionado en la parte alta. La segunda era una escopeta corta con un gran calibre, era de 20 cm de ancho. La tercera era una katana color plata y un borde translúcido. La cuarta era un par de pilares con una unión en la parte trasera, tenían una especie de ladrillos aerodinámicos a su lado.» Half suspiró al terminar.

«¡Que me lleve el demonio!» Gritó Lalo sin contenerse, pero segundos después se calmó y empezó a explicar

«La primera es el rifle de asalto Gauss modelo 4, tiene quinientas municiones por cargador, están recubiertas con wolframio, pueden vaciar su cargador en 30 segundos. La segunda es la escopeta Infernum, usa aceleración magnética en cartuchos fragméntables, cuando salen del cañón, cada cartucho se dispersa en 50 fragmentos que viajan a casi 8 veces la velocidad del sonido. El tercero es la Espada Molecular de Asalto, EMA para abreviar, es una espada que se crea con un cuerpo de titanio y un filo de un material de mi autoría que permite un filo molecular muy resistente, esa espada puede cortar a través de cualquier material conocido sin esfuerzo alguno. Solo los escudos de luz coherente pueden detenerla. El último, el cual me preocupa más, es un cañón Olympus, dispara proyectiles de 13 kg a una velocidad de mach 25, tiene el poder de romper montañas»

Lord Bryan solo asintió y con nada más que un pensamiento, envió un mensaje de solo tres palabras para los líderes.

“¡Todos vengan aquí!”

En menos de 10 segundos, ya estaban la mayoría de líderes de Excalibur presentes, ya que otros aún estaban fuera en misiones de importancia.

– Reika -Mano derecha del Rey.-

– Lalo -Mano izquierda del Rey, ingeniero de armas.-

– Celty -Estratega.-

– Lykanos -Asesino, ¿¿??-

– El Novato -Asistente de Lalo.-

– Galiza -El felino, ¿¿??-

– Half -Espía-

– Altair -Lolicon, asesino.-

 

Esos eran los líderes disponibles en el momento.

 

«Ahora que hay una mayoría aceptable, les diré lo que está sucediendo»

Mientras el Rey Tirano Bryan pronunciaba cada palabra, los diferentes líderes tenían diversas expresiones.

Altair parecía estar por salir corriendo, ya quería empezar una masacre. A Galiza se le notaba la emoción por pelear junto a Reika, mientras Reika tenía un rostro solemne. Lalo tenía una mirada llena de sed de sangre, no iba a permitir que nadie tocara lo que era suyo. Aunque Lykanos tenía una expresión serena, en sus ojos brillaba el intenso deseo asesino de una bestia sanguinaria enjaulada. Celty y El Novato se mantenían serios, mientras que Half estaba preocupado, porque sabía algo que los demás no.

Al finalizar, todos sabían lo que tenían que hacer, pero esperaban las órdenes de su rey.

«Ellos solicitaron la batalla, así que les responderemos como se debe.» Aunque el rostro de Lord Bryan no podía verse debido a su yelmo, se sabía que tenía una sonrisa maligna mientras dijo esto.

«Celty, organiza a las divisiones para el día de la batalla. Half, consigue información del día del ataque. Pero solo eso, no necesito saber sus planes. Lalo, Reika y Galiza, creen una solución para contrarrestar esas armas. Lykanos y Altair esperen mis órdenes.»

El Novato es uno de los integrantes misteriosos del grupo, nadie además de Lord Bryan conoce sus habilidades; se comenta que, aunque aparentemente es el asistente de Lalo, en realidad, puede que sea su superior, pero nadie lo ha confirmado. Es conocido como el filósofo. A planteado teorías que hacen explotarle el cerebro a quien las escuche.

«Entendido» dijeron todos al unísono, cada uno se marchó a realizar las preparaciones para lo que sería un derramamiento de sangre, después de tantos años de rencores.

Cada uno, exceptuando a Half Leaf, que ahora que no había ningún otro líder presente, podía contar a Lord Bryan todo lo que descubrió en la base principal de Khulgai.

 

♦ ♦ ♦

 

Después de una hora, Galiza irrumpió en la sala del trono cargando lo que parecía un costal negro

«Mi Señor~ traje a un invitado. »

Galiza lanzó al medio de la sala un hombre vestido de negro de pies a cabeza, claramente era un espía intentando conseguir información sobre Excalibur para su ataque.

«Po-Por favor no me maten… L-Les diré lo que planeamos, pero por favor, tenga piedad. »

Lord Bryan lo miró sin emoción y dijo:

«¿Qué había dicho yo antes?»

Celty, como si de una secretaria se tratase, respondió:

«Que no necesitaba saber sus planes.»

Esas palabras fueron como un detonante, ni siquiera un respiro y al intento de espía, ya lo habían atravesado cuatro golpes. El hombre cayó y su sangre se desparramó por el suelo.

«Qué desagradable» Celty suspiró «Traeré a alguien para limpiar.»

«¿Quién…? ¿Quién le dio primero?» Preguntó Altair desconcertado.

«Fui yo…» Respondió Lykanos, poco convencido de sus propias palabras.

«No~. Estaba cerca, así que, fui yo.» Galiza respondió felizmente.

Altair y Lykanos ni siquiera se quejaron.

«Es Gali, después de todo…» Lykanos dijo más para sí mismo.

En el momento que Lykanos dejó de hablar, se escuchó un ruido desde arriba. En el siguiente momento, apareció un cráter en medio de la sala y todos miraron el cohete humano que había descendido. Todos sabían qué era…

 
Autora: Celty

Escritor: Lykanos

Editor: Alphard

(Celty: Nosotros tres aparecemos como representantes pero la verdad es que paso por muchas manos para que saliera, no saben qué tipo de guerra mundial casi se crea para terminar un capítulo, no es fácil tomar ideas de más de 10 personas y mezclarlas, espero y lo disfruten)

Anterior – Índice – Siguiente